La vida en pareja es otro aspecto que se ha visto afectado por la crisis del coronavirus. Pasar las 24 horas del día con tu pareja en casa, sin otras distracciones como el trabajo, la rutina y las actividades de ocio fuera del hogar, puede generar un clima tedioso o incluso conflictivo que se preste para resaltar diferencias y crear tensiones en un ambiente y realidad distintos a los que estamos acostumbrados en nuestra relación.

Por ello, es importante comprender mejor esta situación y buscar crear un espacio armónico en el hogar, ayudándose en equipo para lidiar con la realidad del aislamiento social y sobrellevar esta crisis con un apoyo mutuo.

Durante nuestra larga trayectoria atendiendo parejas, hemos podido encontrar ciertos aspectos comunes que normalmente éstas encuentran difíciles de sobrellevar en su día a día. Por supuesto, es aún más difícil en una situación como la que estamos viviendo en estos momentos, con incertidumbre acerca del futuro, preocupación y pérdida temporal de nuestra libertad.

Hemos escuchado testimonios de diferentes parejas con respecto a la cuarentena. Por un lado, nos encontramos parejas que tenían conflictos “escondidos” y no sacaban a relucir. Al estar en casa juntos 24 horas al día, estos conflictos salen a la luz. Por otro lado, nos encontramos parejas que, al tener menor carga de trabajo y de estrés, se encuentran potenciando los aspectos positivos de la pareja, y tienen más tiempo para la misma, por lo que la pareja se está fortaleciendo. También nos encontramos parejas que se han dado cuenta de que el problema no era su pareja sino la carga emocional que llevaban a casa cuando trabajaban fuera.

Por ello os dejamos a continuación unos sencillos pasos a seguir para potenciar el enriquecimiento de la pareja:

1. Asertividad, Empatía y Comunicación

Cuando nos comunicamos en pareja, y más si estamos pasando por un periodo estresante, es importante que seamos asertivos. La asertividad se utiliza para comunicarse de manera segura y concisa y reducir así los conflictos, respetando nuestro punto de vista pero también el de la otra persona. Para ello, es importante utilizar mensajes “Yo” (por ejemplo: “yo me siento”, en lugar de “tú me haces sentir”), empatizar con la otra persona (siempre hay una razón por la que se ha comportado de esa manera, aunque nos cueste encontrarla), y describir la situación con hechos, no con interpretaciones (“has dejado los platos sin fregar” en lugar de “me has querido fastidiar”). Posteriormente pasaríamos a proponer sugerencias o formas de acción para la próxima vez que ocurra la misma situación.

Como hemos dicho anteriormente, siempre hay una razón por la que una persona actúa de un cierto modo. Comunicándonos y preguntando los motivos de esos comportamientos, reducimos el malestar y las posibles interpretaciones negativas de los mismos.

Tenemos derecho a estar un poco más nerviosos estos días, pero si no nos comunicamos, igual nuestra pareja puede interpretar negativamente nuestras conductas. Decir “Hoy me he levantado un poco triste, disculpa si estoy un poco raro” nunca está de más. Tenemos derecho a sentir emociones negativas, siempre y cuando no nos comportemos de manera que sea dañina para la otra persona.

2. Diario positivo en pareja y potenciar la intimidad

Tanto nosotros como nuestras parejas hacemos cosas por el otro, que no haríamos si no estuviéramos en pareja. Ve a tu pareja y comunica lo mucho que te ha gustado ese pequeño detalle que ha tenido hoy contigo. Lo mismo puede hacer tu pareja contigo. Cuando hay negatividad en una pareja, ésta solo se rompe si introducimos estímulos positivos. Fíjate en las cosas positivas que te han ocurrido hoy gracias a que tu pareja está contigo y comunícaselo.

Otra forma de introducir estímulos positivos puede ser potenciando la intimidad. Podemos darnos más abrazos, ponernos más cerca en el sofá, acariciarnos las manos mientras vemos una película…

3. Evita el perfeccionismo

No estamos en el momento ideal para exigir la perfección, ni a los demás ni a nosotros mismos. Cuando estamos sintiendo emociones desagradables o estamos siguiendo una rutina que no es la habitual, es normal comportarnos un poco diferente a como nos comportábamos antes. No somos perfectos, somos seres humanos que estamos bajo circunstancias difíciles y flexibilizar esas exigencias con los demás y con nosotros mismos puede ayudarnos a estar más tranquilos en este periodo.

Para ello, podemos utilizar autoinstrucciones. ¿Exigiríamos a alguien que acaba de perder su libertad que estuviera al 100%? Podemos decirnos: “Este es un momento difícil, está/estoy perdiendo muchas cosas, y yo estoy intentando ya hacerlo lo mejor posible dentro de mis capacidades y circunstancias actuales”. Normalmente los seres humanos intentamos mejorar y ser la mejor versión de nosotros mismos, si no lo hacemos mejor es porque hay algo que nos lo impide, no porque no queramos.

4. Tiempo para ti

A veces parece que la mejor relación de pareja se da cuando compartimos todo el tiempo con nuestra pareja. Es cierto que hay muchas actividades que podemos compartir juntos, pero hay otras actividades o hobbies que solo le gustan o puede hacer uno solo. No esperemos que nuestra pareja sea igual a nosotros en todo. Al fin y al cabo, somos seres humanos diferentes con inquietudes diferentes, y exigir que nuestra pareja cumpla todas nuestras expectativas es agotador además de provocar conflictos innecesarios.

Teniendo además tiempo para nosotros mismos, nos da espacio para la reflexión y el manejo emocional, además de tiempo para procesar todo lo que está ocurriendo y la capacidad de disfrutar de esas cosas que disfrutamos nosotros solos.

Por ejemplo, si tu pareja nunca iba contigo al gimnasio antes, no intentes que ahora se una a tu práctica de ejercicio en casa. Si tu pareja jugaba al ordenador y tú disfrutabas más de un buen libro, deja que tenga ese tiempo de disfrute. Lo cierto es que necesitamos esas actividades que nos hacen felices para poder estar equilibrados emocionalmente, y no es necesario que nuestra pareja lo comparta todo con nosotros. Busca aquellas actividades en solitario que también te hacen sentir bien, a parte de las que compartas con tu pareja. Al fin y al cabo, somos naranjas enteras que se complementan, no medias naranjas.

5. Escucha emocional

Puedes todos los días hacer un registro de qué emoción estás sintiendo, cómo es de intensa (de 0 a 10) y qué estrategias pueden ayudarte a aliviar esa emoción. Cuando una emoción se escucha y se le dan soluciones, se acaba pasando. También así será más fácil comunicar a nuestra pareja lo que nos ocurre y se evitan las posibles interpretaciones.

Por ejemplo, si estás ansioso, puedes mirar qué es lo que te preocupa y realizar una lista de alternativas o soluciones a esa preocupación. Si la preocupación continúa, intenta distraerte. Los profesionales de la psicología recomendamos preocuparse solamente un ratito al día.

Si por ejemplo estás triste, puedes recordar las actividades que suelen hacerte sentir bien. Por ejemplo, ver videos de naturaleza, hacer punto de cruz, hablar con un ser querido…

También es importante entender y validar la emoción de nuestra pareja. A veces no vamos a entender por qué nuestra pareja está triste o preocupada. Lo cierto es que somos seres humanos diferentes y por lo tanto con diferentes estrategias de afrontamiento. Quizá tu pareja ha aprendido habilidades diferentes de las tuyas, y puede estar viviendo la situación de forma completamente distinta.

Si has intentado todo lo anterior pero aún así sientes que te faltan herramientas para sobrellevar el día a día con tu pareja en la cuarentena, no dudes en ponerte en contacto. En Sinews proporcionamos terapia psicológica y psiquiátrica en diversos idiomas.

 

Marta Gray

Psicóloga General Sanitaria en Sinews MTI

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Instituto de Terapia Multilingüe
Psicología, Psiquiatría, Logopedia
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