Desde el 11 de Marzo cuando se confinaron las provincias en España, nuestras vidas cambiaron de manera radical a lo largo de los meses siguientes. Surgió una forzada nueva forma de trabajar contando con el apoyo de la tecnología. El teletrabajo que se ha venido implementando desde hace un par de años obtuvo un mayor auge, convirtiéndose en la nueva forma de trabajar.
Por otro lado, el home schooling ha pasado a ser de manera forzada la nueva estrategia para acercar la educación a los niños. Las casas además de brindar el confort de siempre pasaron a ser oficinas y escuelas ambulatorias durante el confinamiento, el internet y las nuevas tecnologías pasaron a ser fuentes de sociabilización fundamentales, así como los balcones y las terrazas la ingeniosa manera de comunicarnos con nuestros vecinos, hacer ejercicios, aplaudir a los sanitarios y contribuir con nuestros carteles a prestar apoyo moral a todos aquellos que luchaban en primera fila contra la pandemia.
Con el pasar de los días nos fuimos adaptando a una nueva normalidad que ha puesto a prueba nuestros límites demostrándonos que el ser humano tiene las habilidades para ajustarse a los diferentes obstáculos a los que se enfrenta.
Entre las cosas que se han experimentado durante esta difícil temporada algunos cambios han demostrado lo efectivos que son. Entre ellos el teletrabajo, que pareciera haber llegado para quedarse. Esta nueva forma de concebir nuestros los espacios laborales conlleva ventajas y desventajas que es importante tener en cuenta.
Entre las principales ventajas:
- Mayores oportunidades laborales
- Aumente de la productividad
- Mayor unificacón de objetivos familiares
- Posibilidad de combinar el trabajo con la vida familiar
- Elección personal del entorno del trabajo
- Favorecer el acceso a la formación
- Organización de su propio tiempo
Entre las principales desventajas:
- El ambiente en el que el trabajador labora puede no ser el más apto para la realización de sus actividades
- Aumento del sedentarismo
- Incrementa los conflictos o distracciones del núcleo familiar
- Perdida de sociabilización
- Horarios ilimitados
- Algunas personas pueden sentirse aisladas o solas
Sin embargo, con el confinamiento de las familias en los hogares la conciliación familiar se vio alterada por el espacio que compartían los padres con sus hijos, donde tuvieron que asimilar el rol de profesor además de las distintas labores que debían realizar dentro del hogar. En sus inicios el teletrabajo surge como una opción en la búsqueda de un balance entre la vida familiar y la vida laboral. Durante los meses de confinamiento esto no se pudo lograr, ya que la mayoría de las personas además de llevar a cabo sus funciones laborables, generalmente tenían que acompañar a sus hijos en los estudios y encargarse al mismo tiempo de llevar a cabo labores en el hogar. Ante la inminente llegada del nuevo curso se ha puesto sobre el tapete seguir manteniendo en la medida de lo posible el teletrabajo para lograr mantener el distanciamiento social tan necesario en la prevención del contagio por COVID-19.
Desde Marzo hasta Junio la mayoría de los adultos han manifestado niveles elevados de malestar al tener que atender a las clases online de sus hijos al mismo tiempo que debían cumplir con sus obligaciones laborales.
Además de lidiar con las incertidumbres propias de la situación a la que nos enfrentamos se han denotado consecuencias psicológicas tales como elevados niveles de estrés y ansiedad, aumento de las disputas familiares, cansancio excesivo, perdida de espacios y tiempo libre, entre otros.
De igual manera los padres han visto su rol trastocado al tener que estar atentos a que sus hijos se conectasen a sus clases online tratando de mantener una rutina que les ofreciera una regularidad constante.
Es por eso que en los últimos días ha quedado de manifiesto que no se contempla que los niños continúen su formación online. La presencia de los niños en el colegio es extremadamente necesaria, en primer lugar porque los profesores están formados en los objetivos que deben alcanzar los niños a nivel académico, el rol del padre se desvirtúa cuando tiene que enseñar a sus hijos los objetivos escolares.
En segundo lugar, la interacción de los niños con sus profesores es totalmente distinta a la que suelen tener con sus padres, por lo que en ocasiones la transmisión de conocimientos es mejor recibida por ellos cuando viene de la figura externa del profesor. Este es uno de las principales causas de disputas familiares y frustración.
En tercer lugar, los niños necesitan la sociabilización con sus compañeros de clases, esto no solo contribuye con su estabilidad emocional sino que tiene una gran influencia sobre el proceso de aprendizaje de los contenidos académicos.
Por todo esto es de suma importancia que los peques vuelvan al colegio, eso sí teniendo en cuenta que es un regreso un tanto atípico. Previo a los días del inicio del cole debemos conversar con nuestros hijos sobre las medidas que se tomarán ante la vuelta a clases.
Entre ellas tener en cuenta:
- Mayores de 6 años deberán llevar la mascarilla.
- La higiene siempre tiene que estar a la mano, podemos enviar a nuestros hijos con un kit higienizante que contenga gel hidroalcolico y si asi lo deseamos su propio jabon.
- Enseñarles que deben lavar sus manos durante 20 segundos con el método recomendado por los especialistas.
- Deberán lavarse las manos cada ves que cambien de actividad.
- El nuevo saludo es chocando los codos.
- Las manos deben mantenerse alejadas de la cara.
- Una vez lleguemos a casa, debemos deshacernos de nuestra ropa, airearla y bañarse con la finalidad de evitar posibles riesgos.
- Explicarles que probablemente no podrán interactuar con otros niños mas que los de su clase manteniendo así las burbujas escolares.
Estas normas de ser posible debemos explicarlas previo al inicio de las clases y reforzarlas cada vez que podamos. El regreso a clases conllevara un periodo de adaptación para todos padres, profesores y niños. Los más pequeños necesitan nuestro acompañamiento en todo momento, teniendo especial atención ante la presencia de miedos, nerviosismo o desajustes emocionales. Es de vital importancia que se sientan cómodos para poder expresar sus emociones libremente proporcionando estrategias que les ayuden a lidiar con ellas. Los niños pueden hacerlo elaborando las emociones que están sintiendo mientras los padres deberán validar esas emociones, ponerles nombre y empatizar con ellos.
La vuelta a la rutina escolar traerá beneficios infinitos para los niños como para los padres, sobretodo si el teletrabajo ha llegado para quedarse. De seguro, esto nos brindará mayor estabilidad para adaptarnos a nuestra nueva normalidad.