Según la Ley de ordenación de profesiones sanitarias (LOPS) el Dietista-Nutricionista es el profesional sanitario legalmente habilitado para desarrollar actividades relacionadas con la alimentación de las personas, adaptándolas a las necesidades fisiológicas y/o patológicas de las mismas, y proporcionar consejo y tratamiento dietético.
Actualmente vivimos en la era de la información y cada vez es más fácil encontrar en revistas, periódicos y por supuesto, en internet, consejos y recomendaciones de temática variada sobre nutrición. Sin embargo, es muy importante tener en cuenta que no toda la información que encontramos disponible es veraz y está actualizada. Es más, todo este torrente informativo se caracteriza por su ambivalencia, es decir, lo que en una fuente puede aparecer como beneficioso en otra aparece como perjudicial, por lo que se pueden encontrar argumentos para defender una postura, así como para desmentirla, con la misma facilidad. De ahí la importancia de acudir a un profesional Dietista-Nutricionista que nos dé recomendaciones individualizadas y siempre bajo la evidencia científica.
¿Qué es exactamente un dietista-nutricionista?
Es frecuente que cuando las personas escuchan la palabra nutricionista, lo primero que se les viene a la cabeza es “pérdida de peso” y “hacer dieta”. Sin embargo, un dietista-nutricionista es un profesional sanitario cuyas funciones van mucho más allá de todo eso, ya que es un experto en nutrición y dietética que se encarga no solo del tratamiento nutricional de un amplio rango de patologías, y abordaje nutricional en distintas etapas de la vida, sino también de la gestión de calidad y seguridad alimentaria y, algo muy importante, de la prevención de enfermedades relacionadas con la alimentación y el estilo de vida.
Un dietista-nutricionista te proporcionará recomendaciones individualizadas, no solo teniendo en cuenta la situación general del paciente, esto es, patología, edad, etapa de la vida y otras situaciones personales, sino también adaptar las recomendaciones a la cultura del paciente.
¿Cuándo debería acudir a un dietista-nutricionista y en qué me podría ayudar?
Estos son algunos de los motivos por los que deberías acudir a consulta:
- Cambio de hábitos alimentarios, para ayudar a la prevención de patologías relacionadas con el estilo de vida como la diabetes mellitus de tipo 2, hipercolesterolemia o hipertensión arterial, así como ayudar al manejo de las mismas una vez han sido diagnosticadas. En estos casos, la nutrición es la primera línea de actuación y en los casos en los que es necesaria terapia farmacológica, también continúa siendo una parte muy importante durante el tratamiento.
- Situaciones específicas como embarazo o lactancia, en las que la nutrición cumple un papel tan importante. En estas etapas de la mujer los requerimientos están aumentados y es esencial asegurar un buen aporte de todos los macro y micronutrientes.
- Abordaje nutricional en las distintas etapas de la vida, desde la infancia hasta la edad anciana, tanto en contexto de salud como de enfermedad, y siempre teniendo en cuenta las peculiaridades de las distintas etapas.
- Alimentación infantil. Asesoramiento en la transición de la lactancia exclusiva a la alimentación complementaria, es decir, cómo y en qué momento introducir paulatinamente los distintos sólidos. También con el famoso baby-led weaning (BLW), que tan en auge está desde hace unos años: precauciones, beneficios e inconvenientes, qué alimentos y cómo cocinarlos, texturas de los mismos y mucho más.
- Mejora del rendimiento en deportistas, con el fin de adaptar las recomendaciones en función del tipo de disciplina deportiva y requerimientos individuales, así como valorar la necesidad de suplementación con el fin de mejorar rendimiento y objetivos.
- Patologías digestivas: intolerancia a la fructosa y sorbitol, sobrecrecimiento bacteriano (también conocido como SIBO), intolerancia al gluten no celíaca, celiaquía, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa.
- Tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria o cuando hay una relación negativa con la comida. El nutricionista te ayudará a aprender a comer de todo sin miedo, a desterrar mitos y mejorar la relación con la comida.
- Abordaje nutricional en otras patologías como enfermedad renal o cáncer es los que la nutrición también juega un papel esencial. También problemas hormonales como amenorrea hipotalámica.
- Aprender a comer saludable y educación nutricional. No tienes que estar enfermo o una situación específica para decidir acudir a un nutricionista. A veces simplemente una persona sana quiere aprender a comer o cambiar sus hábitos.
- Alimentación vegetariana. Ya sea por los animales, por el medio ambiente o por cualquier otra razón personal, a veces una persona decide eliminar los productos animales de su alimentación, de una manera más o menos estricta. En cualquier situación (ovolactovegetariano, vegano…) un nutricionista puede ayudarte a realizar el cambio de manera progresiva y sustituir todos esos productos animales por opciones vegetales que te permitan llevar una alimentación saludable cubriendo todos los nutrientes y evitando déficits.
En resumen, la salud es muy importante y por ese motivo deberíamos ponerla en manos de un profesional cualificado y titulado para asegurarnos que las recomendaciones dietéticas son coherentes y adaptadas en virtud de las circunstancias individuales de cada paciente.