La comunicación es un aspecto fundamental en las interacciones humanas, y es imprescindible en muchos aspectos de nuestras vidas, desde las relaciones personales al desarrollo profesional. Aun así, para algunos adultos, la comunicación puede suponer un reto, si padecen dificultades en el lenguaje, en el habla o en la voz. Aquí es donde entra la logopedia para adultos, aportando una intervención muy valiosa para ayudar a las personas a mejorar su capacidad comunicativa y a ganar confianza en sus habilidades. En este artículo, exploraremos la importancia de la logopedia para adultos y el impacto positivo que puede tener en la vida de las personas.
Entendiendo los trastornos del lenguaje, el habla y la voz en adultos
Las dificultades en la comunicación en los adultos pueden ser secundarias a distintas causas. Por un lado, pueden estar causadas por un daño cerebral adquirido, como un ictus o un traumatismo craneoencefálico; por enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson; o pueden ser el resultado de un trastorno del desarrollo, factores psicológicos, o causas orgánicas, como un cáncer. Estos trastornos se pueden presentar de diferentes maneras, afectando al lenguaje, al habla y/o a la voz.
¿Qué trastornos del lenguaje pueden padecer los adultos?
El lenguaje es la capacidad propia del ser humano para expresar pensamientos y sentimientos por medio de la palabra. Si un adulto sufre un accidente cerebrovascular o una lesión en la cabeza, su capacidad de lenguaje puede verse alterada, presentando así, no solo dificultades para expresar sus pensamientos, sino también para entender lo que se le dice. Existen diversos trastornos neurológicos del lenguaje, aunque el más conocido es la afasia.
La afasia ocurre cuando se produce daño en las partes del cerebro responsables del procesamiento del lenguaje. Esta afección puede ser temporal o prolongada, dependiendo de la causa y de otros factores. El tratamiento logopédico ayuda a mejorar las habilidades del lenguaje de las personas que sufren.
Los tipos más comunes de afasia son:
- Afasia de Broca: las personas con afasia de Broca en general, entienden lo que se dice, aunque pueden tener dificultad para entender oraciones largas o complejas. Por otro lado, tienen una mayor dificultad para expresar lo que quieren decir.
- Afasia de Wernicke: este tipo de afasia se caracteriza por la dificultad en la comprensión de oraciones, y por expresión con palabras y frases con poco significado, o fuera de contexto.
¿Puede un adulto tener otras dificultades en la comunicación?
En términos logopédicos, cuando hablamos de lenguaje, nos referimos al contenido de lo que estamos comunicando, es decir, a las palabras, las reglas sintácticas que componen las oraciones y a la coherencia entre lo que estamos contando y el contexto de la conversación. Otras áreas de la comunicación oral que pueden estar afectadas son el habla y la voz.
El habla se refiere a la coordinación de los músculos orolinguofaciales que necesitamos para articular las palabras de forma adecuada y fluida. Si una persona no ha aprendido a articular ciertos sonidos durante su adquisición del lenguaje, pero tiene la posibilidad de aprenderlos, se trataría de un trastorno fonológico, o dislalia. Suele ocurrir con sonidos como la /s/ o la /r/ múltiple, si no las han aprendido como niños y como adultos siguen presentando esa dificultad.
Por otro lado, si las dificultades articulatorias han sido adquiridas por un daño cerebral, se trataría de una disartria. Cuando un adulto padece disartria, puede haber múltiples sonidos que “ha olvidado” cómo articular, viéndose la expresión oral afectada.
Si el adulto es capaz de articular todos los sonidos de forma adecuada, pero su fluidez en el habla se ve interrumpida por frecuentes repeticiones de sonidos, sílabas y/o palabras, además de presentar pausas injustificadas, se trataría de una disfemia: un trastorno en la fluidez del habla, también llamada tartamudez.
En otras ocasiones, la dificultad en la comunicación del adulto puede estar centrada en la voz. Las disfonías aparecen cuando hay problemas de voz rasgada, ronca o soplada de forma continuada, que impide al individuo a realizar su trabajo o a comunicarse en interacciones sociales. Pueden estar causadas por razones orgánicas, como unos nódulos; neurológicas, como una parálisis de cuerda vocal; o psicológicas, como la disfonía psicógena. Se recomienda consultar a un profesional, Otorrinolaringólogo o Logopeda, si la disfonía dura más de dos semanas, para valorar intervención quirúrgica, y para comenzar con un tratamiento logopédico en el que se realizarían ejercicios para mejorar la producción de la voz y se aprenderían hábitos vocales saludables.
Otros trastornos en los que intervienen los logopedas
Relacionados con la comunicación, pero en este caso, escrita, los logopedas también trabajan con adultos que presentan dificultades en la lectura o en la expresión escrita. Cuando estas dificultades no han estado presentes desde la infancia y aparecen en la edad adulta, ocurren de forma secundaria a un daño cerebral. Cuando la dificultad es principalmente en la lectura, se denomina alexia; y cuando es en la escritura, se trata de una agrafía.
Finalmente, los logopedas también están especializados en trabajar con personas que padecen dificultades en la deglución. La dificultad para conseguir que los líquidos o alimentos desciendan por el esófago se llama disfagia. El bolo alimenticio podría descender por la vía respiratoria, en lugar de por la digestiva, y provocar tos, arcadas o atragantamientos. Puede estar causada por un estrechamiento en la parte posterior de la garganta, o por debilitación en músculos o nervios encargados de la deglución, secundarios, por ejemplo, a un trastorno neurológico. Cuando la dificultad está en la colocación de la lengua o de los labios al tragar, puede tratarse de una deglución atípica. Ésta puede ocasionar maloclusión, y se puede precisar de terapia logopédica cuando un adulto que coloca mal la lengua al tragar, y que empuja los dientes hacia delante, quiere utilizar ortodoncia.
¿Cuál es el papel del logopeda en estos trastornos?
El logopeda es el profesional encargado de la evaluación, diagnóstico e intervención de los trastornos de la comunicación y de la deglución. Aún así, cuando se trata de una causa neurológica y orgánica, el médico será el encargado del diagnóstico, y el logopeda, de evaluar la gravedad de la patología en ese momento y de elaborar y llevar a cabo un plan de intervención. Por lo tanto, en ocasiones, la terapia logopédica formará parte de un plan de intervención junto con otros profesionales.
El plan de intervención suele involucrar una o más sesiones de terapia semanales, y la práctica de lo aprendido en el hogar, por lo que, si es necesario, los familiares del afectado pueden formar parte del tratamiento y ayudar con la práctica de los ejercicios aprendidos.
¿Qué resultados puedo esperar de la terapia logopédica?
Los resultados de la intervención pueden ser variables. Cuando la causa del trastorno es neurodegenerativa, la intervención logopédica puede reducir la velocidad en la que la dificultad está apareciendo y a minimizar sus efectos, pero puede que la dificultad no llegue a desaparecer del todo. En el resto de los casos, con la intervención el trastorno puede desaparecer, y en otros, puede reducir su gravedad, haciendo más fácil la vida diaria.
Autoestima y comunicación
Vivir con un trastorno en la comunicación puede tener un impacto significante en la autoestima y la autoconfianza del individuo. La logopedia para adultos no solamente se enfoca en la intervención de los trastornos de forma específica, sino que también provee apoyo emocional y anima a que los adultos incorporen lo aprendido en su vida diaria y a sus interacciones sociales, a que persigan objetivos a nivel personal y profesional, y a que adquieran una nueva seguridad en las habilidades aprendidas.
La importancia de la logopedia
La logopedia para adultos es un recurso vital que puede transformar las vidas de las personas que sufren trastornos en la comunicación o en la deglución. A través de un tratamiento especializado, con un plan de intervención individual por parte de los logopedas, las personas pueden mejorar su capacidad de lenguaje, siendo capaces de comprender lo que les están diciendo y de encontrar las palabras que quieren utilizar para expresarse; pueden mejorar sus habilidades de articulación y de fluidez de habla; pueden optimizar el uso de su voz para actividades sociales y laborales; pueden leer o escribir de forma independiente; y pueden volver a beber y a alimentarse con seguridad.
La comunicación es la herramienta que utilizamos para relacionarnos unos con otros, para obtener lo que necesitamos o queremos, y para expresar lo que somos. La logopedia es la disciplina encargada de proporcionar esta herramienta a las personas que la necesitan, otorgándoles la oportunidad de paliar una necesidad tan básica como lo es el relacionarse y crear vínculos con otras personas.
Departamento de Logopedia
Logopeda
Niños, adolescentes y adultos
Idiomas de trabajo: Español e inglés