La elección de pareja es un mito? ¿realmente seleccionamos? ¿por qué habiendo tantas personas ahí fuera solemos tender a elegir un tipo de persona (incluso aunque suponga caer dos-y más- veces en la misma piedra? Según distintas teorías psicológicas, la respuesta es que SÍ seleccionamos a nuestra pareja, aunque no seamos conscientes de lo que nos ha atraído exactamente del otro.
Una de las posibilidades es la Complementariedad, es decir, que nos atraiga lo complementario. Esto se basaría en la idea de que la persona que mejor va a cubrir mis necesidades será el que me complemente. Por poner ejemplos muy gráficos, todos conocemos parejas donde uno destaca por su realismo y el otro por su fantasía, o uno es tremendamente desordenado frente al que es obsesivo del orden… Otras teorías explican la selección a través de la Semejanza, es decir, que escogemos a la pareja por lo que tiene de similar con nosotros (los valores de vida, proyectos, ocios, intereses…). Otras teorías afirman que sentimos atracción hacia las personas que encajan con un “Guión de vida inconsciente” que hemos ido programando durante el proceso de socialización, de desarrollo de valores y roles. Según nuestro programa, fantaseamos que seremos más queridos y tendremos más reconocimiento por la persona que encaje en nuestro guión. También hay teorías que explican la elección en un intento por resolver aspectos negativos no resueltos de la infancia, algo así como darnos una segunda oportunidad para resolver conflictos con nuestros padres y que como niños que éramos, no pudimos afrontar adecuadamente. ¿No te ha llamado nunca la atención la elección de ciertas personas por alguien que tiene claras similitudes con su padre o madre? Todo a un nivel no consciente, claro.
Posiblemente la realidad sea mucho más compleja, dependa de las circunstancias vitales y las posibilidades de «elegir» de cada uno. Pero lo que está claro es que la Psicología ha intentado responder a una pregunta que, seguro muchos, nos hemos hecho: “¿por qué precisamente tu?” o como algunas personas dirían «¿por qué me tuvo que tocar a mí?»
Tanto la Psicología como la observación de la realidad social nos llevan a concluir que sí elegimos. Entonces, la siguiente pregunta interesante que surge es: si escojo ¿por qué surgen los conflictos? En la mayoría de las parejas en conflicto aparece la lucha de poder. Esto suena muy bélico, pero no es más que la confrontación de distintos intereses y la consiguiente lucha por conseguir que las cosas sean como uno quiere:
quiero más relaciones sexuales y más variadas | vs | yo estoy satisfech@ así |
quiero que pasemos más tiempo juntos | vs | quiero tener tiempo para mí |
quiero disfrutar económicamente el día a día | vs | quiero ahorrar para el futuro |
quiero que nuestros hijos vayan a un colegio privado | vs | quiero que mis hijos vayan al colegio público donde estudié yo |
quiero que hagas más tareas de la casa | vs | para mí la casa está bien así. Si quieres que esté más limpia, hazlo tu |
quiero que los domingos los pasemos nosotros juntos con nuestros hijos | vs | quiero que vayamos todos los domingos a ver a mis padres |
La no cesión o concesión de uno, lleva a que el otro tampoco ceda ni conceda y que las luchas persistan, distanciando cada vez a los cónyuges y reafirmando su posición mutuamente enfrentada. En la Terapia de pareja se aprenden las habilidades básicas de comunicación (de expresión y escucha), de resolución de problemas en pareja, de toma de decisiones en común, de comprensión y empatía y otras necesarias para recuperar el espacio íntimo de la pareja y la sensación de estar en el mismo barco en lugar de en barcos enfrentados. En definitiva, nos ayuda a manejar adecuadamente los conflictos para alcanzar la satisfacción y el bienestar de ambos.
Departamento Psicológico, Psicoterapéutico y Coaching
Psicóloga
Socia Fundadora
Adultos y parejas
Idiomas de trabajo: Español