Las cefaleas tensionales son comunes y pueden limitar la calidad de vida de quienes las padecen. Aunque son una patología neurológica, se han relacionado con estrés, ansiedad y depresión. En las últimas décadas, está aumentando su frecuencia, por lo que interesa conocer sus causas para prevenirlas.
En este artículo, se describirán las características de la cefalea tensional, sus posibles causas, su tratamiento y su prevención mediante el manejo emocional y del estrés.
¿Qué es la cefalea tensional?
Es el dolor de cabeza más habitual en la población. Se ha relacionado con estrés y ansiedad, aunque no se conoce bien cómo se genera. También se puede denominar cefalea por estrés.
¿Cómo duele una cefalea tensional? El dolor es una presión por ambos lados de la cabeza como si una cinta elástica apretara toda la circunferencia. Al contrario de la migraña, el dolor no es pulsátil, sino continuo. La intensidad puede ser leve o moderada, y la duración es variable.
En función de su frecuencia y duración, se dividen en dos subtipos. Las episódicas, que ocupan menos de 15 días en un mes y las crónicas, que aparecen durante más de 15 días en un mes.
Causas de las cefaleas tensionales:
- Las cefaleas tensionales se han relacionado con ansiedad, estrés y depresión. No obstante, los trastornos psicológicos no explican por completo estas cefaleas ya que también pueden aparecer en contexto de otros problemas que son más físicos, e incluso se han descrito factores genéticos.
- De ahí que uno se pregunte si estas cefaleas son de origen psicológico o de origen neurológico.
- La respuesta es que, detrás de los mecanismos neurológicos, hay una fuerte influencia del estado psicológico de la persona.
- En la cefalea tensional, hay una falta de relajación de los músculos alrededor del cráneo, típicamente debido a tensión psicológica interna. Estando los músculos constantemente activados, terminan haciéndose más sensibles y, entonces, estímulos no dolorosos pueden terminar percibiéndose como si lo fueran.
- Otras veces, la tensión muscular se debe a fatiga visual o a problemas físicos locales como dolor en el cuello o problemas de la articulación temporo-mandibular. En estos casos, ocurre algo similar. De la contracción mantenida por el sobreesfuerzo o el dolor, se terminan sensibilizando los receptores del dolor del musculo, lo que resulta en que éste se perciba más intensamente.
- Por otro lado, en el cerebro, también existen centros donde se regula el dolor. A ellos, llega toda la información táctil y dolorosa del cuerpo. Se sospecha que, los problemas de ansiedad y de depresión alteran el funcionamiento de estos centros de control y que, por ese motivo, también puede aumentar la sensibilidad al dolor.
Algunos de los desencadenantes son: la fatiga, el hambre, la falta de sueño, los dolores del cuello, el bruxismo (chirriar de dientes), las posturas inadecuadas mantenidas, una insuficiente hidratación, los tóxicos como tabaco, el alcohol o la cafeína.
¿Cómo se llega al diagnóstico de una cefalea tensional?
El médico llega al diagnóstico de cefalea tensional mediante una entrevista clínica, pudiendo descartar otras causas mediante una exploración física y neurológica. Ocasionalmente, en casos dudosos, puede ampliar el estudio con un escáner (TC) o una resonancia magnética de la cabeza. El médico investiga las características, la localización, la duración, la intensidad y la frecuencia del dolor. Pregunta por características propias de otros tipos de cefaleas para descartarlas, como, por ejemplo, alteraciones en la visión, en el lenguaje, en la sensibilidad o en la movilidad que no son típicas de la cefalea tensional.
¿Cuándo consultar con un médico?
Llamar al 112 o acudir a urgencias en caso de cefalea de inicio brusco y severo. También en caso que la cefalea se acompañe de parálisis facial (una parte de la cara que no se mueve), pérdida de fuerza, acorchamiento/pérdida de tacto en la piel, o dificultad para ver, hablar o pensar
Se recomienda programar una cita con un médico cuando no se controlen las cefaleas con la medicación habitual, cuando sean limitantes o cuando cambien de características. En general, los médicos de atención primaria están familiarizados con las cefaleas tensionales, aunque los especialistas de las mismas son los neurólogos. Cuando se sospechan problemas de ansiedad o de depresión importantes en su origen, se aconseja una valoración por psiquiatría o psicología para tratarlos. En Sinews, podemos ayudarte con una atención especializada dirigida a resolver los problemas emocionales de base.
Tratamiento de los episodios agudos de cefalea tensional
Como tratamiento farmacológico existen medicamentos de venta libre para tratar los episodios agudos. Para la cefalea episódica, están indicados los Anti-Inflamatorios No Esteroideas (AINEs) como ibuprofeno, aspirina o naproxeno. Para aquellos que no toleran los AINEs o que tienen alergia, se recomienda paracetamol. Es muy importante limitar el uso de analgésicos para evitar que la cefalea se cronifique y que se transforme en una cefalea por abuso de analgesia, que aparece cuando se toman regularmente estos medicamentos. Los pacientes que sufren cefalea tensional crónica (durante más de 15 días al mes), tendrán que consultar con un médico para tratamiento preventivo. Suelen recomendarse amitriptilina para estos casos.
Cuando aparece una cefalea tensional, además de los analgésicos se puede ayudar a manejar el dolor con medidas no farmacológicas. En un episodio agudo, conviene evitar las sustancias irritantes (como café, nicotina, alcohol u otros tóxicos) y minimizar los irritantes ambientales (ruidos). Remedios caseros: aislarse en una habitación tranquila. Tumbarse en la cama. Cerrar los ojos y centrar la atención en la respiración que debe ser lenta y profunda. Aplicar presión leve sobre las sienes con el pulpejo de los dedos. En caso de tensión muscular en el cuello o en los hombros, un fisioterapeuta puede ayudar a tratar las contracturas. Si esto no es posible, se puede aplicar calor suave en la zona más tensionada con una bolsa de semillas o simplemente con agua de la ducha. También, uno se puede masajear con cuidado la zona dolorida de los hombros y de parte posterior del cuello, presionando con los dedos en círculos.
Prevención de la cefalea tensional
Para mejorar la calidad de vida, lo más importante es prevenir las cefaleas para que sean menos frecuentes y limitantes. Estos son algunos consejos para prevenir las cefaleas tensionales:
- Mantén una adecuada postura cuando trabajes, escribas o leas.
- Hidrátate suficientemente.
- Realiza ejercicios y estiramiento de cuello cuando mantengas posturas fijas durante muchas horas.
- Ventila la habitación.
- Si necesitas gafas, póntelas. Si pasas mucho tiempo ante una pantalla, realiza ejercicios para descansar la vista, desviando la mirada hacia un punto lejano durante unos segundos.
Reducir la cefalea tensional manejando el estrés. Para evitar que las cefaleas se prolonguen o se cronifiquen, es fundamental abordar el estrés y la ansiedad que las facilitan.
Manejo del estrés para reducir las cefaleas tensionales
Es difícil evitar y aislarse por completo de los estresores de la vida diaria, pero lo que sí se puede hacer es aprender a manejar el estrés. De esa forma, se reducirá el impacto que éste tiene sobre la salud mental y física y mejorarán las cefaleas. Estas son 15 recomendaciones para disminuir el estrés:
- Haz del ejercicio físico un hábito. Consulta con tu médico para saber qué ejercicio se adapta más a tu estado de salud.
- Sal a pasear y realiza actividades al aire libre.
- Toma una alimentación saludable y equilibrada, que incluya alimentos frescos.
- Adopta hábitos de vida saludables evitando cafeína, alcohol y otros tóxicos.
- Duerme suficientes horas por las noches y evita dormir en exceso.
- Evita la sobreexposición a dispositivos electrónicos y a redes sociales.
- Organiza tu tiempo.
- Simplifícate la vida. Haz planes realistas evitando sobrecargarte.
- Reconoce tus logros y reduce la autoexigencia.
- Permítete descansar a lo largo del día.
- Marca tus límites.
- Pide ayuda y aprende a delegar.
- Cambia de aires. A veces un cambio en la rutina es necesario.
- Cambia tu perspectiva. Considera que el vaso puede estar medio lleno. Adopta una actitud positiva.
- No pierdas el sentido del humor. Reírse alivia la tensión.
La cefalea tensional es muy frecuente y puede limitar la calidad de vida de quienes la padecen. Aunque no se conocen del todo las causas, la sensibilización neurológica al dolor en parte se explicaría por problemas de ansiedad, depresión y estrés subyacentes. Existen diferentes formas de tratar los episodios agudos, aunque si la respuesta no es la esperada, puede ser necesario consultar con un médico. Es importante tratar los problemas emocionales subyacentes para prevenir las cefaleas tensionales. Una valoración por psiquiatría o por psicología puede ser necesaria si no se consigue manejar la ansiedad o la depresión por sí mismo. En Sinews podemos ofrecerte un tratamiento psicológico o psiquiátrico dirigido que te ayudará a superar tu malestar.
Sobre la autora
María Isabel Zamora es médico con doble especialidad en Psiquiatría y en Neurología. Tiene experiencia en la atención a pacientes de consultas generales de psiquiatría, y de forma más especializada, en la atención a pacientes que combinan síntomas psiquiátricos y neurológicos. Ha trabajado con pacientes de psicogeriatría y con pacientes de diversidad funcional. Tiene experiencia en deterioro cognitivo, síntomas psicológicos y conductuales de la demencia, síntomas psiquiátricos relacionados con trastornos neurológicos o con dolor crónico, autismo, TDAH, trastornos adaptativos, depresión, ansiedad, adicciones, trastorno bipolar, trastorno obsesivo compulsivo, trastornos del sueño, trastornos de conducta alimentaria, etc.
Departamento Médico
Médico especialista en Psiquiatría
Adultos y adolescentes
Idiomas de trabajo: Español, inglés y francés