Kit de Herramientas de la Terapia de Superhéroes para ayudar tu hij@ a lidiar con situaciones difíciles
Terapia de superhéroes, ¿eso existe?
Janina Scarlet PhD, adaptó una intervención basada en la evidencia llamada Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) y la convirtió en la terapia favorita de los amantes de los superhéroes, con la intención de ayudar a niñ@s y adultos a manejar sus síntomas de depresión, ansiedad, estrés postraumático y otras condiciones de salud mental. El objetivo de ACT y la Terapia de Superhéroes es ayudar a las personas a aprender a tener una relación más saludable y flexible con sus pensamientos, emociones y otros eventos privados significativos. Lo que a su vez les permitirá entender quiénes quieren ser y avanzar hacia lo que es verdaderamente valioso para ellos.
Trabajar en valores con niñ@s puede ser una tarea muy desafiante debido a su trasfondo tan abstracto. Pedirle a niñ@s o adolescentes que hagan lo que es importante por encima del dolor o la incomodidad puede parecer imposible. Afortunadamente, ahí es donde los superhéroes son útiles. Desde el marco de ACT, un terapeuta puede ayudar a un paciente a relacionarse con un superhéroe, comprender el origen de ese superhéroe y discutir cómo ese superhéroe ha superado muchos de sus propios desafíos (probablemente relacionados con lo social, emocional o psicológico) al realizar acciones que lo dirigen hacia sus valores. Motivar a los niñ@s a conectarse con la historia de un superhéroe les permitirá jugar con diferentes perspectivas que pueden ayudarlos a aclarar lo que es importante para ellos.
Entonces, ¿cómo podemos usar la terapia de superhéroes en nuestra vida cotidiana?
Idealmente, la Terapia de Superhéroes debe usarse como una guía para que los terapeutas que usan intervenciones basadas en evidencia las apliquen en niñ@s o adultos en sesión. Sin embargo, como dijo el creador de Marvel Comics, Stan Lee: “La persona que ayuda a los demás simplemente porque es necesario y porque es lo correcto, es, sin duda, un verdadero superhéroe”. Así que tomemos nuestras capas y saquemos a nuestro superhéroe interior.
1 – Busca un superhéroe con el que tu hij@ pueda relacionarse. ¿Puedes pensar en un superhéroe o un personaje con el que tu hij@ pueda identificarse? También puede ser su personaje favorito, no tiene por qué ser un superhéroe en el sentido estricto de la palabra. Puede ser cualquier personaje de su libro, película o serie favorita. Incluso puede ser un miembro de la familia o una persona en su vida que admire, o un personaje que pueda tener una historia de origen o una lucha con la que pueda conectar.
Por ejemplo, para la Dra. Scarlett fue Tormenta de X-Men. Cuando era muy joven, la Dra. Scarlet estuvo expuesta a una explosión nuclear porque vivía en un pequeño pueblo cerca de Chernóbil. Esto tuvo efectos increíblemente debilitantes en su salud. Para empeorar las cosas, sus síntomas estaban fuertemente influenciados por el clima: si hacía calor, le sangraba mucho la nariz, si estaba húmedo, le daban migrañas o convulsiones, etc. Cuando tenía doce años, su familia decidió mudarse a los Estados Unidos, pensando que la situación mejoraría estando lejos de la radiación, pero allí enfrentó otro tipo de problemas. En la escuela, sus nuevos compañer@s de clase no podían entender por lo que había pasado y tuvo que soportar un intenso acoso escolar. La llamaban “radiactiva” o “contagiosa” y sus compañer@s tenían miedo de tocarla o estar cerca de ella. Esto la hizo sentir completamente sola y deprimida. Pero todo cambió cuando vio X-Men. Los «Super Mutantes» la hicieron sentir menos sola, especialmente cuando descubrió a Tormenta, una superheroína que podía controlar el clima, un superpoder que siempre deseó tener, ya que, su propia enfermedad dependía del clima.
¿Hay algún superhéroe que pueda hacer que tu hij@ se sienta un poco menos solo en el mundo? ¿Un personaje que aman o admiran? Puede ser Batman, Superman, Harry Potter, Katniss Everdeen, incluso una princesa de Disney, un personaje de Encanto, Frozen o series de anime. Cualquier personaje que puedan pensar.
2 – ¿Cuál es su superpoder? Trata de averiguar qué es lo que le gusta tanto a tu hij@ de este personaje. ¿Qué superpoderes tienen? ¿a qué problemas se ha enfrentado y qué han necesitado para superarlos? ¿Qué características han enganchado a tu hij@ a este personaje?
Esta es una conversación que también puedes tener con niñ@s más pequeños, es posible que no sean tan claros como l@s mayores, pero si te dicen que les gusta Batman porque es bueno para salirse de aprietos, hay un par de características que puedes sacar de eso como: inteligente, bueno resolviendo problemas, rápido, fuerte. Siempre hay algo detrás de la respuesta obvia, lo cual es realmente valioso, pues estos superpoderes pueden ser la ventana a los valores de tu hij@.
3 – Diario de superhéroes. Una vez que hayas encontrado los superpoderes que tu hij@ admira, es importante que se traduzcan en acciones. Encuentra una manera en la que tu hij@ y tú puedan ser un poco más como Superman, Batman, Elsa, Katniss o cualquier personaje que hayan elegido. Para que sea más divertido, introdúcelo como misiones que tienen que cumplir y tengan un Diario de Superhéroe donde tu hij@ puede dibujar o escribir todas las misiones que ha completado como su superhéroe, para que en momentos difíciles pueda volver y recordar todo lo que es capaz de hacer.
4 – Encuentra un Mentor de Superhéroe. Cada Superhéroe tiene un compañero o un mentor que lo apoya durante sus misiones. Batman tiene a Alfred, Harry Potter tiene a Ron y Hermione, Ironman tiene a Jarvis y Katniss tiene a Haymitch. Anima a tu hij@ a encontrar un compañero o un mentor, puede ser un miembro de la familia, un amig@, una mascota o incluso un terapeuta. Sinews puede ser una gran fuente de asesoramiento, contamos con un gran grupo de terapeutas infantiles que con gusto aprovecharán la oportunidad de ser un mentor de superhéroes.
5 – Todo historia de superhéroe comienza con dificultades. Por último, pero no menos importante, recuérdale a tu hij@ que todos los superhéroes tienen una historia de origen que suele implicar algún tipo de dificultad. Batman perdió a sus padres, Harry Potter no solo perdió a sus padres, tuvo que soportar la horrible familia que le quedaba, Hulk estuvo expuesto a la radiación, entre otros desafíos. Estas historias los convirtieron en los superhéroes que son, las dificultades los ayudaron a desarrollar los increíbles superpoderes que todos admiramos. Entonces, si tu hij@s siente que la vida es un poco desalentadora, recuérdale que esto que tanto les preocupa le convertirá en un asombroso superhéroe.
Referencias:
Scarlet, J. (2017). Superhero Therapy: Mindfulness skills to help teens & young adults deal with anxiety, depression and trauma. New Harbinger.
Washington, K. (2019, April 25). What is superhero therapy?. Denver Health Blog. https://www.denverhealth.org/blog/2019/04/what-is-superhero-therapy
La importancia de poner límites y cómo hacerlo: niños y adolescentes
Nos encontramos a diario con situaciones de «desobediencia» por parte de los niños. Es normal y necesario que ocurra cuando el niño está en los momentos de afianzamiento de su individualidad. Y más ante personas con las cuales la implicación emocional es intensa, por lo que no debemos sentirnos como víctimas.
Siempre hay dificultades y contradicciones a la hora de educar a los niños, pero tengamos presente que la falta de constancia y claridad para transmitir las normas hace niños inseguros y nerviosos (más crisis, rabietas, y caprichos). Quienes conviven con el niño tienen que ponerse de acuerdo respecto a las normas y pautas educativas que le van a pedir.
Si la desobediencia es continuada, debemos pensar que el niño no está feliz, que está pidiendo ayuda.
¿Por qué a veces nos provocan?
El niño pierde los límites con facilidad, lo que le angustia, entonces convoca al adulto para ver si nos pasa lo mismo y para saber con nuestro ejemplo cómo hay que reaccionar. Lo que le tranquiliza es ver nuestra seguridad (no es que esté pidiendo un azote para calmarse).
Los adultos debemos ir adaptando nuestra autoridad al nuevo individuo que va creciendo, con deseos y derechos propios que se topan con las limitaciones correspondientes a los deseos y derechos de los demás.
¿Para qué sirven los límites?
Durante todo el crecimiento el niño necesita unos límites y normas que le ayuden a conocer sus posibilidades, saber hasta dónde puede llegar y lo que se espera de él. Se trata de proporcionarles un marco de referencia y no tanto de cómo hacer cuando el niño se pone «imposible».
Los límites ayudan a crecer, mientras que los castigos crean ansiedad y baja autoestima. A través de ellos, puedes enseñar a tu hijo o hija autodisciplina; aprenderá a lidiar con sus propias responsabilidades sin ser recordado, desarrollando estrategias para imponerse límites a sí mismo.
Los primeros límites tienen que ver con los cuidados que se proporcionan al bebé en la atención a sus necesidades básicas, y le permiten ir diferenciando poco a poco lo que es él de lo que son los demás, lo interno y lo externo, con lo que podrá avanzar en la organización de su personalidad.
Los límites también ayudarán al niño a aprender a lidiar con emociones incómodas como la frustración, el enfado, el aburrimiento o la tristeza. Cada límite es una oportunidad para aprender a gestionar emociones.
A través de los límites, enseñamos a nuestro hijo o hija que nos importa. Muy a menudo, los niños ponen a prueba nuestros límites para ver como reaccionarán los adultos. Implementar consecuencias negativas por romper las normas muestra que el adulto no está dejando que la situación se descontrole, creando seguridad en el niño.
Gracias a los límites, aprenderá a ser capaz de aplazar la satisfacción inmediata de sus deseos, lo que favorece la convivencia y la socialización. También podrá avanzar en su autonomía, desde el control externo que le proporciona el adulto hasta desarrollar sus propios criterios, siendo responsable de sus actos y dueño de sí.
¿Cómo poner límites?
A la hora de poner límites, debemos tener en cuenta ciertos factores que nos ayudarán a hacerlo correctamente:
- Tener claro que los límites son necesarios para el niño
- Mostrarnos tranquilos cuando solicitamos o prohibimos algo al niño, así estará más dispuesto a cumplir lo que se le pide. Es decir, no esperemos a poner límites cuando ya han superado nuestra paciencia.
- Si ante una pequeña frustración el niño reacciona con una rabieta, debemos esperar a que se le pase, contenerle físicamente si hay riesgo de que se lastime, y después poner en palabras lo que ha sucedido («te has enfadado por…»).
- Cuando prohibimos algo, podemos ofrecerle la alternativa permitida. Saber brindarle alternativas le ayuda a aprender a decidir.
- Es mejor seleccionar y establecer lo más prioritario que le vamos a pedir, y esperar a que esté conseguido antes que intentar que respete nuevas normas. Ni desgastar nuestra autoridad ante detalles intrascendentes, ni caer en el extremo del «dejar hacer» para todo.
- Ofrecer explicaciones o razones para fundamentar las exigencias («se puede romper… «puedes hacerte daño… «no es tuyo…») sin intentar justificarnos.
- No caer en intentar discutir el porqué del límite. Basta con dar una explicación razonada de la expectativa que tenemos, a veces el silencio es una herramienta poderosa.
- Pocas consignas, pero claras y expresadas en forma positiva (las consignas negativas invitan al rechazo, crean más resistencias y ganas de transgredirlas). Es decir, exprésale lo que quieres, no lo que no quieres.
- Que las normas sean adecuadas al nivel madurativo del niño (asegurarnos que el niño las entiende) Coherentes, no contradictorias, ni arbitrarias. Y además, han de ser verdad.
- El límite hay que ponerlo a tiempo y hacer que el niño lo conozca, incluso que sepa cuánto tiempo dispone para reaccionar ente la norma propuesta. No siempre podemos exigir obediencia inmediata en cuanto intentamos poner un límite, ya que no buscamos un sometimiento sino un aprendizaje.
- Involucra a tu hijo o hija en la creación de los límites o las normas de la casa. De esta manera, no sólo están motivados para seguir los límites y las rutinas al haber participado en su creación, sino que además están aprendiendo habilidades para resolver problemas.
- Intentemos no mezclar las distintas situaciones; no es el mejor momento para «enseñar» normas cuando dedicamos un rato a disfrutar a través del juego y la conversación.
Poner límites en adolescentes
En adolescentes, ser capaz de poner límites es una de las mejores formas de mejorar la comunicación y generar más confianza, para así poder reducir los conflictos. A estas edades, saber establecer y moldear límites (quizás de cuando eran más pequeños) obliga a reconocer el hecho de que tu hijo o hija está creciendo y que necesita que el control establecido cuando era más pequeño se afloje y adapte a sus nuevas circunstancias para que pueda madurar.
Es especialmente importante en adolescentes que el límite esté muy claro; se puede utilizar la siguiente fórmula:
Límite o regla (lo que no se permite) + excepciones a la regla + consecuencias de no cumplir
Puntos importantes para tener en cuenta al poner límites en adolescentes:
- Sé consistente con las normas, es de especial importancia estar de acuerdo con todas las personas de la casa en cuales son los límites y no olvidarse de aplicar las consecuencias. La adolescencia es un periodo en el cual es normal intentar encontrar inconsistencias en las reglas que nos ponen para poder incumplirlas.
- Permite que entienda las consecuencias naturales de sus actos y decisiones. Muchas veces, no es necesario poner un límite, sino hacer entender a tu hijo o hija que va a responsabilizarse de las consecuencias de sus actos. Por ejemplo, si sus actos tienen como consecuencia un coste económico, se responsabilizará de pagarlo con su propio dinero, o realizará una tarea en la casa que equivalga monetariamente.
- Respeta de la misma manera que quieres ser respetado. Los adolescentes están empezando a crear su propia identidad y a entender su lugar en el mundo, y para ello necesitan sentirse respetados como individuos por sus padres. Es a través del respeto mutuo que conseguimos poner límites que ellos mismos decidan respetar.
Al fin al del día tenemos que recordar que las normas y los límites son imprescindibles, pero desde el apoyo, el afecto y sobre todo el entendimiento que nos haga comprender la dificultad que se da entre cumplir con unas determinadas normas y límites y la necesidad del niño de afirmar su independencia y autonomía.
Hemos de encontrar un equilibrio entre la socialización de nuestros hijos y su necesidad de afirmación, autonomía e independencia. Es desde aquí desde donde serán capaces de afrontar las emociones negativas que aparezcan a lo largo de sus vidas sin tener que recurrir a modos alternativos (alcohol, drogas, violencia…) para gestionarlas.
¿La dislexia se ve afectada por el bilingüismo?
Pregunta:
Mi hij@ es bilingüe, y recién hemos descubierto que tiene dislexia, deberíamos quitarle un idioma?
Respuesta:
La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje de origen neurobiológico. No está relacionado con las bajas capacidades intelectuales, la mala escolaridad, la pereza o la cantidad de idiomas que habla su hijo. La dislexia no está relacionada con el lenguaje oral, por lo que su hijo podrá hablar tantos idiomas como desee.
Dentro de la dislexia podemos diferenciar entre dificultades de decodificación y dificultades de comprensión. La primera proviene de déficits fonológicos y está relacionada con la capacidad de asociar sonidos y letras. Por el contrario, las dificultades de comprensión se asocian con el vocabulario, las habilidades morfológicas y pragmáticas.
Podemos encontrar dos tipos de ortografías a la hora de escribir y leer una lengua: ortografía transparente, la correspondencia grafema-fonema es clara (como el español) u ortografías opacas, la correspondencia grafema-fonema no es tan clara (como el inglés). Algunos autores sugieren que aprender a leer en ambos idiomas, opaco y transparente, ayudaría a las personas con dislexia a compensar sus déficits en la decodificación fonológica al transferir la conciencia fonológica y las habilidades de decodificación subléxica de la ortografía consistente a la inconsistente.
Me gustaría recalcar la necesidad de recibir terapia en ambos idiomas porque las necesidades serán específicas de cada idioma.
En definitiva, el bilingüismo no provoca dislexia ni aumenta el riesgo de presentarla, por lo que no sería necesario dejar de utilizar un idioma. Algunos autores incluso afirman que el bilingüismo puede tener algunos beneficios en la dislexia. Lo único es que su hijo necesitará sesiones de terapia en ambos idiomas porque cada idioma es diferente y tendrá necesidades diferentes en cada uno.
Aunque requerirá un poco de esfuerzo, será posible que su hijo logre un buen nivel de lectura y escritura con el enfoque correcto. Si les resulta muy difícil mantenerse al día con uno de los idiomas y elegiste eliminar uno de ellos, eliminaría el que usan menos en forma de lectura y escritura. Pero eso no tiene que ser una opción, ya que podrán leer y escribir en ambos.
Si necesitas más ayuda con respecto a este tema puedes hacer click aquí para pedir tu cita online con nuestros especialistas.
Referencias:
- Do Amaral J. & de Azevedo, B. (2021). Lo que la investigación puede decirnos sobre la interacción entre la dislexia y el bilingüismo: una revisión integradora. Letrónica, 14(2), 1-17. https://revistaseletronicas.pucrs.br/index.php/letronica/article/view/38695
Después de Lucía: Duelo, acoso y violencia
Después de Lucía es una producción mexicana que trata temas como el bullying y la violencia en las aulas de manera cruda y fría, entrelazando esta temática principal con problemas como el duelo, la falta de límites en adolescentes y la falta de habilidades de gestión emocional entre muchos otros.
La película cuenta la historia de Alejandra, quien se muda Ciudad de México con su padre tras la muerte de su madre en un accidente de tráfico en el que ella estaba presente. Allí, se desencadenan una serie de eventos que dan lugar a un bullying que va incrementando hasta llegar a explotar. La trágica muerte de Lucía, la madre, ha convertido a Roberto (el padre) y Alejandra en seres vulnerables, que aún no han superado el duelo. De ahí el título de la película, ya que ésta vulnerabilidad es facilitadora para que ocurra el acoso hasta tan alto grado, no siendo la protagonista capaz de contar con su padre como fuente de ayuda y apoyo.
La película se ocupa de desencajar al espectador, utilizando una narrativa muy pausada y realista, en la que conocemos lentamente a Alejandra, y junto a ella descubrimos todas dificultades por las que pasa. A ratos podría pensarse que tanta frialdad frente al sufrimiento es imposible en los jóvenes, pero la realidad puede superar a la ficción.
Duelo no procesado
En la primera mitad de la película, vemos varias escenas en las que sutilmente el director refleja la falta de un procesamiento sano del duelo de Lucía. La primera escena muestra como Roberto recoje el coche del accidente en el taller y lo deja abandonado en la calle, sin haber una explicación al expectador de que está pasando. También vemos como Alejandra dice que su madre se quedó en Porto cuando le preguntan por ella, o como Roberto no quiere usar las mismas cosas de la antigua casa. A través de estos ejemplos de evitación ante la imposibilidad de afrontar la realidad, además de pequeños detalles y muchos silencios y explosiones repentinas de emoción, Michel Franco sienta los cimientos sobre los que se mantiene toda la violencia posterior.
El acoso
La relación de Alejandra con sus compañeros empieza de lo más normal, chica nueva que se junta con el grupito de los populares, van a una fiesta, beben y se drogan juntos y ella mantiene relaciones sexuales con uno de ellos, quien lo graba todo. Aquí empezamos a ver los comportamientos autolesivos de Alejandra, quien accede a ser grabada sin imaginar que puede ocurrir después. La viralización del video en la escuela es el desencadenante de un acoso que va incrementando exponencialmente, pasando de las molestias verbales a la violencia física y sexual y a la exclusión social, siendo ignorada, mientras que padece todo tipo de maltrato. Además, se ve como los dispositivos electrónicos facilitan el rápido incremento del acoso.
Para comprender el film se tiene que ver el fenómeno de naturalización de la violencia en las escuelas, cada vez más instaurado, convirtiéndose en una violencia «normal», «cotidiana».
Causas y consecuencias del acoso en Después de Lucía
Vemos como la relación de Alejandra con su padre es aparentemente buena y “relajada”, siendo en realidad bastante frágil y superficial, con ninguna confianza y basada en mentiras e incubrimientos, haciéndo a la protagonista más vulnerable. No tiene apoyos para defenderse, reciéntemente huérfana de madre, con un padre que no sabe como dedicarle tiempo de calidad, siendo la chica nueva que necesita amigos como sea. Hay también una culpabilidad latente en Alejandra por la muerte de su madre, que no se llega nunca a explicar al expectador; esta culpabilidad puede ser causante de la actitud pasiva que muestra ante el acoso, casi dando a entender que “me lo merezco”.
¿Dónde están los adultos?
Algo que queda muy patente a lo largo de la palícula es la falta de presencia adulta, no solo por parte de Roberto que no se entera hasta el final de lo que le ocurre a su hija, sino también de los profesores y padres de otros alumnos. Hay una escena, en la que vemos cómo maltratan a alejandra en su cumpleaños después de una clase en la que no se ve un solo adulto intervenir de ninguna forma, aunque esto sucede dentro de un aula del instituto. Tampoco en las reuniones en las casas de los compañeros ni en los viajes escolares, apenas vemos la presencia de adultos que pongan ningún tipo de límites.
La tribu social
Una de las complejudades más grandes en la adolescencia son los códigos generados entre pares. Uno de ellos, latente en esta película, es que denunciar equivale a exclusión, ya que el que se la lleva “se aguanta”. Alejandra se atiene a estos códigos ferreamente, siendo el momento en el que miente al ser preguntada directamente que está pasando el punto de no retorno. Aquí los agresores son conscientes de su impunidad y todo empieza a desencadenarse a una velocidad vertiginosa.
Se observa también la instauración de los roles y la desesperanza por salir del rol de víctima. Vemos al principio que uno de los chicos del grupo es el que cumplia este papel antes de llegar Alejandra al ser un adolescente con sobrepeso. En cuanto se abre la veda para acosar a la protagonista, este es uno de los personajes que más fuertemente acosa, ya que ve la oportunidad de que otro se quede con el rol que el cumplía hasta ahora, y siente que pertenece al grupo de manera más fuerte.
Las consecuencias del acoso que vemos en alejandra son evidentes: angustia, tristeza, aislamiento, fobia social,indefensión aprendida, ansiedad, ideación suicida y depresión. Las secuelas del bullying suelen acompañar a las personas hasta su vida adulta derivando en adultos depresivos, con tendencia a las adicciones o propensos a desarrollar un trastorno psicológico.
Conclusión
Después de Lucía no es una película “fácil” sino hiriente, incómoda y cruda que te hace sentir la desesperanza de la protagonista y genera sentimientos de angustia, indefensión y rechazo. El gran logro de esta película es que consigue que sientas el dolor de los personajes. El expectador se encuentra con ganas de que termine o que pase algo que genere algun tipo de justicia.. y el desenlace no dejará a ningún visor indiferente.
¿Es normal el desarrollo del lenguaje de mi hij@?
El lenguaje se puede manifestar de forma oral, escrita o signada, pero la adquisición de las mismas es diferente. Este artículo se centrará en el lenguaje oral.
Los primeros tres años de vida son fundamentales para el desarrollo del lenguaje ya que el cerebro está en proceso de maduración y es cuando se encuentra en estado óptimo para la adquisición de estas habilidades.
Cada menor sigue su propio ritmo de desarrollo, sin embargo, todos siguen una progresión natural en la adquisición de habilidades relacionadas con el lenguaje más o menos similar.
Dentro de los trastornos propios del lenguaje, se puede diferenciar entre receptivos (dificultades de comprensión), expresivos (dificultades de producción) y de procesamiento.
Desarrollo del lenguaje según la edad:
Entre los cero y los cuatro meses los bebés se suelen calmar al escuchar la voz de la madre y muestran un interés claro por las caras de las personas. Por otro lado, son capaces de llorar para obtener diferentes cosas, como alimento o confort. El llanto es uno de los primeros actos de comunicación, ya que a través de él aprenden que pueden modificar el entorno. Además del llanto, empiezan a mostrar sonrisa social y se ríen.
A los seis meses, son capaces de responder a su nombre, de seguir estímulos auditivos con los ojos y empiezan los balbuceos y las vocalizaciones. Esto es seguido por la comprensión de rutinas verbales, como “adiós” y señalizar y decir las primeras palabras, lo que suele suceder alrededor de los nueve meses. Alrededor de los doce meses, los menores son capaces de seguir una orden verbal y de producir tres palabras con significado (por ejemplo: “mamá”, “papá”, “agua”). A los quince meses, los niños son capaces de identificar las partes de su cuerpo cuando se le preguntan por ellas (se le pregunta “¿dónde tienes las orejas?” el niño será capaz de señalarlas). En cuanto a la expresión, adquieren más vocabulario.
Entre los dieciocho y los veinticuatro meses, serán capaces de reconocer las partes de su cuerpo, así como de seguir órdenes verbales simples. La producción se caracteriza por un aumento del número de palabras que utilizan, tienen un vocabulario de alrededor de 50 palabras y de hacer combinaciones de dos palabras (“más galletas”). Además, conocen su nombre y son capaces de emplearlo.
De los veinticuatro a los treinta y seis meses, los niños comprenden y cumplen órdenes verbales complejas y pueden realizar frases de tres palabras. Además de esto, son capaces de emplear la partícula interrogativa qué para formular preguntas. También comienzan a emplear pronombres como “tú” o “yo”, comprenden “tú”, “yo” o “ella” y responden a preguntas simples. Entre los 36-48 meses, cabe destacar la comprensión de acciones y el uso de la interrogación “¿por qué?”.
Entre los 48-60 meses, los menores son capaces de comprender todo lo que se les dice, así como de generar oraciones completas y contar cuentos. En esta etapa comprenden términos relacionados con el espacio como “detrás” o “al lado”. Se consideran típicos errores en palabras largas y complejas como “hipopótamo”, pero una persona ajena al núcleo cercano del niño es capaz de comprender y mantener una conversación con él.
Finalmente, a los seis años son capaces de comprender y cumplir órdenes de todo tipo de complejidad y poseen la habilidad para expresarse sin cometer errores relacionados con la articulación de sonidos así como narrar eventos e inventarse historias.
Signos de alerta en el desarrollo del lenguaje:
Previamente se ha descrito el desarrollo típico del lenguaje de un niño en las diferentes etapas de la infancia. Hay una serie de redflags o signos de alerta que permitirán identificar si el lenguaje del menor es el esperado para su edad o si, por el contrario, se debe consultar a un especialista.
Entre el primer y el cuarto mes, la presencia de un llanto extraño y la ausencia de sonrisa social deben llamar la atención. Por otro lado, entre el sexto y el noveno mes, se debe estar atento a la falta de vocalizaciones y balbuceo, así como de palabras bisílabas frecuentes como “mamá/papá”.
A los doce meses, la pérdida de habilidades que ya tenía adquiridas es un signo de alarma. Por otra parte, a los quince meses el menor debería ser capaz de señalar y utilizar combinaciones de tres palabras, en caso de no hacerlo se debería acudir a un especialista. Otro signo de alarma es la falta de seguimiento de instrucciones simples, reconocer las partes de su cuerpo y decir al menos 25 palabras entre los dieciocho y los veinticuatro meses. Tras esto, a los treinta y seis meses, deberían emplear frases de dos palabras y seguir órdenes de dos comandos.
Desde los treinta y seis hasta los cuarenta y ocho meses, el uso de palabras incorrectas o la sustitución de unas palabras por otras debe llamar nuestra atención. Finalmente, desde los cuarenta y ocho meses hasta los seis años, se considera alarmante un uso no adecuado del habla, es decir, la presencia de un habla con errores a la hora de producir sonidos, así como la incapacidad de contar una historia o seguir una conversación.
Como conclusión, a pesar de que cada menor tiene un desarrollo único, es necesario que una edad determinada se corresponda con el logro de determinados hitos. De no ser así, sería recomendable consultar con un logopeda que podrá resolver las dudas al respecto.
EDAD |
LENGUAJE RECEPTIVO |
LENGUAJE EXPRESIVO |
SIGNOS DE ALARMA |
0-4m |
La voz de la madre los tranquiliza. |
Llanto, sonrisa social y risa. |
Llanto extraño. Ausencia de sonrisa social. |
6m |
Responden a su nombre. Siguen estímulos auditivos con los ojos. |
Balbuceo y vocalizaciones. |
Ausencia de vocalizaciones y balbuceo. |
9m |
Rutinas verbales como “adiós”. |
Primera palabra. |
Ausencia de palabras bisílabas como “mama/papá”. |
12m |
Seguimiento de instrucciones verbales. |
Expresión de tres palabras con significado. |
Pérdida de habilidades adquiridas previamente. |
15m |
Identificación de partes corporales. |
Aumento de vocabulario. |
Falta de señalar y combinaciones de tres palabras. |
18-24m |
Reconocimiento de partes del cuerpo. Seguimiento de instrucciones verbales simples. Reconocimiento de su nombre. |
Aumento significativo del léxico del menor (alrededor de 50 palabras). Uso de su nombre y combinaciones de dos palabras. |
Falta de seguimiento de instrucciones simples, reconocimiento de las partes del cuerpo y posesión de un vocabulario de 25 palabras o menos. |
24-36m |
Comprensión de ordines verbales complejas. Comprensión de los pronombres (“tú”, “yo” y “él/ella”). |
Producción de frases de tres palabras. Preguntas con “qué”. Empleo de los pronombres (“tú” y “yo”). Respuesta a preguntas simples. |
Ausencia de frases de dos palabras y seguimiento de instrucciones de dos órdenes. |
36-48m |
Comprensión de acciones. |
Preguntas con “qué”. |
Uso incorrecto de palabras en las emisiones. |
48-60m |
Comprensión total. |
Producción de frases completes y capacidad para contar historias y seguir conversaciones. |
Presencia de errores articulatorios. Incapacidad para contar historias y seguir una conversación. |
- Moreno-Flagge, N. (2013). Trastornos del lenguaje. Diagnóstico y tratamiento. Revista neurológica, 57 (supl 1), 85-94. https://d1wqtxts1xzle7.cloudfront.net/60986065/1.-_Trastornos_del_lenguaje_diagnostico_y_tratamiento20191022-80419-h1p56m-with-cover-page-v2.pdf?Expires=1652004561&Signature=BTaA56uiJzgG40OY7QV6LEfFWwdhz7j1r83-xNISv~ZFQgVB~e9ZM9Guur7juc0X2JunzZcKZ-RvSZTIg2L7Z2y6BhM-tFsQIDVkNMWAqwx~VpKzh3IugK-ER9wf1T6PU-vGZIUFWLtXwIKhhJG1R~SyMCoikRHyhfU6sbdqFDldnyP2CyUqt4QGDlJI-EW-Yk7vqSHMJ8UCpXR2F~pZrp-YHG5cjtXSRauUkp4M8nebltf0JmzcmYQMGfdRCYNKj4tHJ2H28vNHrcu1K2VApze7z7t8up0B3YMko9O4YCSQbXCsTQ2qUYJmoMVhmMvPA9dPTmuVyyk3YzN~PzgmHA__&Key-Pair-Id=APKAJLOHF5GGSLRBV4ZA
- National Institute on Deafness and Other Communication Disorders. (2017). Speech and Language Developmental Milestones. https://www.nidcd.nih.gov/health/speech-and-language
- Galeote Moreno, M. (2007). Adquisición del lenguaje. Problemas investigación y perspectivas. Ediciones Pirámides.
Maneras de amar, un libro para entender mejor tus relaciones amorosas
El amor es, sin duda, uno de los temas que más nos ha fascinado (y torturado, a partes iguales) desde el inicio de la civilización. Sin embargo, también es una de las grandes interrogantes científicas, ¿Cómo funciona el amor y, sobre todo, por qué nos enamoramos de quién nos enamoramos? En psicología una de las teorías que está buscando explicaciones, investigando y resolviendo, en parte, estos enigmas es la teoría del apego.
La belleza de esta teoría es que, si conocemos nuestro estilo de apego, podemos también resolver algunas de las contradicciones amorosas en las que caemos y acertar mejor en nuestras decisiones románticas. Como, por ejemplo: “¿por qué si, en general me considero una persona con confianza en mí mismo/a, en el momento en el que la persona que me gusta se muestra distante, me siento fatal y siento que no valgo nada?” o quizás otra persona se pregunte: “¿por qué si me enamoro con facilidad, cuando la relación empieza a estabilizarse, empiezo a encontrarle pegas y decido romper rápidamente?”
Primero, pongamos en contexto esta teoría: Inicialmente, el estudio del apego no estaba relacionado con las relaciones románticas sino con el vínculo que surge entre los bebés y sus madres/padres o cuidadores afectivos. Bowlby (1958), un psiquiatra inglés que trabajaba en un hospital con niños, acuñó este término al estudiar los efectos que la relación entre madre e hijo/a tenía en el desarrollo cognitivo, emocional y social del bebé. Aquellos niños que habían sido separados prematuramente de sus madres (porque, por ejemplo, se habían quedado huérfanos durante la segunda guerra mundial), incluso teniendo cubiertas sus necesidades físicas y nutricionales, sufrían graves consecuencias en su desarrollo cognitivo debido a la ausencia del contacto con su figura de apego.
Gracias a esta teoría aprendimos que, cuando nacemos necesitamos la protección de un adulto para que cubran nuestras necesidades físicas-como la alimentación y el abrigo- pero, sobre todo, para sentirnos queridos, atendidos y para que nos consuelen cuando se activa nuestro sistema nervioso y la respuesta del estrés.
No fue hasta mucho más adelante, a finales de los 80, cuando Cindy Hazan y Philip Shaver nos ayudaron a entender que la necesidad de apego no es algo exclusivo de los niños. La seguridad que sentimos o no, en nuestra relación romántica despierta también nuestros estilos de apego. Por decirlo de una manera sencilla, el apego que se crea en nuestra relación con nuestros padres, funciona como el molde para entender cómo relacionarnos y qué esperar de nuestras relaciones íntimas y sociales.
En este libro, ‘Maneras de amar’ de Levine y Heller (2010), analizan en profundidad cómo influye nuestro estilo de apego en las decisiones románticas que tomamos.
Las personas con un estilo de apego seguro de pequeños aprendieron que el mundo era un lugar estable, predecible y también que podían confiar en que las personas a su alrededor estarían disponibles para ellos siempre que los necesitaran. Por eso en sus relaciones románticas no suelen sentir muchas dudas, se sienten cómodos mostrándose vulnerables ante la persona que quieren y en general, se sienten merecedores de dicho afecto.
En cambio, las personas con un estilo de apego ansioso, se criaron en un ambiente en el que sus necesidades físicas y emocionales se satisfacían de manera ambivalente o intermitente: en ocasiones, estaban ahí para cuidarles y sus cuidadores afectivos entendían qué necesitaban, y en otros momentos, no estaban o no los sentían disponibles para ellos. Como sabemos que el objetivo primordial de los bebés es asegurar su proximidad a su figura de apego, los niños con un apego inseguro-ansioso, desarrollaron una estrategia muy adaptativa para conseguirlo: acercarse a su figura de apego, incluso cuando esta persona se alejaba. Ahora que somos adultos, si te identificas con este estilo, seguramente te critiques mucho porque cuando la persona que te gusta se muestra distante o ambivalente, su actitud genera mucha ansiedad dentro de ti y para calmarte buscas acercarte todavía más. Por favor, no te critiques ni te llames “desesperado/a”, recuerda, en el pasado, ésta fue una forma adaptativa de sobrevivir.
Las personas con un estilo de apego evitativo aprendieron que sus cuidadores pueden rechazarles o ser distantes con ellos. Por eso, aprendieron a sólo depender de ellos mismos y no contar con nadie más, porque si se confiaban demasiado, tenían miedo de ser decepcionados después. En sus relaciones románticas dicen querer intimidad y cercanía, se enamoran con facilidad, y no tienen dificulta en tener relaciones íntimas sexuales, sin embargo, en cuanto profundizan en una relación, les asusta perder su independencia y se muestran distantes.
Este libro ayuda a identificar nuestros estilos de apego y a partir de ese conocimiento, a tomar los pasos para buscar relaciones que “curen” nuestro estilo de apego. En concreto, se explora en profundidad las necesidades afectivas que cada estilo posee. Por ejemplo, las personas con un estilo de apego ansioso tendrán: necesidad de contacto frecuente, de estabilidad, de claridad respecto a lo que la otra persona siente, etc. Tener estas necesidades es totalmente válido y más que eso, es fundamental ser consciente de ellas y buscar relaciones románticas que estén alineadas con esas necesidades. Si somos capaces de validar nuestras necesidades, y comunicarlas abiertamente, podremos observar cómo reacciona nuestra pareja, si está preparada/o para cubrir nuestras necesidades (o no). Y, a partir de ahí será más sencillo, decidir priorizar relaciones con personas que nos ofrezcan una base segura y nos transmitan ese afecto y confianza que tanto necesitamos.
En este libro, ‘Maneras de amar’, de Levine podemos tener un primer acercamiento a la teoría del apego y cómo influye en nuestras relaciones románticas. Pero, en este libro, se quedan en el tintero varios temas, por ejemplo, en el libro no se reflejan ejemplos de relaciones LGTBQ+. Tampoco intenta ofrecer una explicación a cómo influenciarían los estilos de apego en relaciones poliamorosas o no monógamas.
En cualquier caso, espero que sea un buen comienzo para replantearte tus relaciones románticas, aprender a identificar tus patrones de elección de pareja y poner en el centro y validar siempre tus necesidades afectivas en una relación de pareja. ¡Buena suerte en este camino!
Departamento Psicológico, Psicoterapéutico y Coaching
Psicóloga
Adultos y adolescentes
Idiomas de trabajo: Español e inglés
“Nine perfect stangers” y el peligro del auge de las pseudoterapias
La premisa de esta serie de Amazon Prime es sencilla: nueve personas acuden a “Tranquilum”, un apacible y lujoso resort en California, que promete en pocos días la sanación y un cambio en sus vidas. Pero casi nada es como parece, como muy pronto se descubre viendo la serie. Como profesional de la salud mental y del bienestar psicológico hay muchos motivos por la cual recomiendo esta serie.
En primer lugar por los personajes, todos muy bien diseñados: todos son personas con background e historia vital diferente. Entre ellos destacaría los una familia que no ha superado el terrible duelo a raíz del suicidio de su hijo mayor tres años antes, una escritora de best-sellers en horas bajas tanto en lo profesional como en lo personal, un ex deportista de élite deprimido, amargado y adicto a los analgésicos, una insegura mujer recién divorciada, una joven pareja de nuevos ricos gracias al juego y con una vida muy vacía).
También el personaje de la directora del centro, Masha (interpretado por Nicole Kidman), nos muestra una persona muy compleja, que se enfrenta a graves traumas de su pasado. En general a través de las vivencias de los personajes que acuden a Tranquilum en busca de una mejora vemos tratados con acierto y con sensibilidad problemas muy graves como el duelo por la pérdida de un hijo, el suicidio, la soledad y la depresión que pueden sufrir personas que tenían mucho éxito y que dejan de tenerlo, o el trastorno de estrés postraumático.
También la recomiendo por el momento en el que estamos. La creciente necesidad de servicios de salud mental es una tendencia clara en España y en el resto del mundo y algo que sin duda se ha visto acrecentada por los efectos de la pandemia. Por esto creo que «Nine Perfect Strangers” es una serie que, al margen de sus innegables cualidades cinematográficas (tiene un reparto de primer nivel, un guión trepidante, y logra moverse de manera bastante loca pero siempre acertada entre la comedia, el drama y el thriller) se ve con otros ojos hoy en día, ya que sus planteamientos quedan más cerca de muchas personas.
Al fin ya al cabo la pandemia ha visibilizado la gran cantidad de personas que sufren y necesitan atención psicológica o psiquiátrica. También por qué ha aumentado el aislamiento, la soledad y el sufrimiento y en la serie, a pesar del equivocado entorno, los protagonistas experimentan al principio algo parecido a un apoyo gracias a que están compartiendo sus vivencias y traumas con otros seres humanos que a su vez han sufrido y necesitan ayuda. El impacto de compartir nuestras experiencias con otras personas está reconocido en las terapias de grupo, aunque la forma en la que esto se hace en “Tranquilum”, hace imposible cualquier mejora.
Entre los pocos ortodoxos métodos terapéuticos que se emplean en «Tranquilum» está el consumo de drogas alucinógenas. Sin duda se trata de una tendencia mucho más de nicho en el mundo real pero no por esto inexistente ni novedosa. Si bien existe debate en el mundo académico sobre la evidencia científica de que en contextos muy controlados y en dosis muy pequeñas, el consumo de ciertas sustancias, bajo la supervisión y la guía de un profesional cualificado de salud mental, puede ayudar en el proceso terapéutico, la serie nos muestra bien los peligros del uso incontrolado de las sustancias alucinógenas con supuestos fines curativos cuando se hace en dosis excesiva, sin supervisión o con la supervisión de la persona equivocada, no cualificada para ello. En general, en todo lo relacionado con utilización de sustancias alucinógenas, cualquier prudencia es más que necesaria.
Por último, en la serie vemos también reflejada una tendencia cada vez más difundida en muchos ámbitos de la vida pero especialmente peligrosa en la salud mental: la búsqueda de soluciones rápidas, casi milagrosas a nuestros problemas. La falta de tiempo de la vida moderna empuja a soluciones de este tipo y es justo ahí donde mejor se cuela el intrusismo profesional y la pseudociencia, haciendo negocio con el sufrimiento de las personas, prometiendo lo imposible, encima sin tener la titulación ni el conocimiento profesional adecuado.
Al final los personajes (en realidad víctimas) en lugar de ir al psicólogo o al psiquiatra y de enfrentarse a un camino lento pero eficaz prefieren creerse las promesas de una gurú con pretensiones ocultas que les dice que les va a sanar en solo unos días. Aceptan ser drogadas de forma descontrolada para enfrentarse a sus duelos, miedos y obsesiones. Por todo esto, además de ser un excelente producto audiovisual, un entretenimiento inteligente, “Nine Perfect Strangers” es una serie que pone en valor, por contraposición a los peligros de las pseudociencias y de los tratamientos “alternativos”, la importancia del trabajo que realizamos los profesionales de salud mental y del bienestar emocional, más necesario que nunca ante la gran demanda de salud mental que solicita la población.
Reseña de película: Separados (2006)
“Separados” es una película ideal para comprender los entresijos de las relaciones de pareja. Trata de Brooke (Jennifer Aniston) y Gary (Vince Vaughn), una pareja que decide finalizar su relación después de unos años, lo cual desencadena una serie de acontecimientos posteriores: la lucha por quién se queda el piso que compartían, y más tarde, la evolución de cada uno al lidiar con esta ruptura.
Una escena clave ocurre al principio de la película, donde la pareja discute por cosas superficiales. Brooke le recrimina a Gary que no se ha ofrecido a ayudarle a lavar los platos, y después continúa diciéndole que él nunca le compra flores o nunca le lleva a ver el ballet. Ante esto, Gary responde muy frustrado, diciendo que siente que nunca hace las cosas lo suficientemente bien para Brooke y que nunca está contenta con ello.
Este tipo de discusiones pueden ocurrir a menudo en las parejas, y hay veces que no se dan cuenta del mensaje que hay detrás de estos reproches aparentemente superficiales.
En esta dinámica de pareja se puede observar cómo los pensamientos y acciones de uno retroalimentan los del otro, y viceversa, y de ahí creando un círculo vicioso (o lo que llamamos en terapia: circularidad). En este caso, si lo reducimos a un mecanismo simple, lo veríamos de la siguiente manera:
Brooke piensa “Gary no me aprecia”, y de ahí se siente poco valorada, frustrada y desmotivada, y consecuentemente le dice a Gary que no hace nada por ella. Esto provoca el punto número 2.
Gary piensa “Haga lo que haga, Brooke no lo verá como suficiente”, y de ahí se siente incapaz, frustrado y defensivo, y consecuentemente no intenta hacer cosas que a Brooke le gustarían. Y esto retroalimenta el punto número 1.
Dentro de esta circularidad, hace falta realizar cambios para crear una retroalimentación más sana. De hecho, más tarde veremos cómo Brooke hace esto, comunicando exactamente lo que intentaba transmitir en esta primera discusión: no se siente valorada ni apreciada por Gary. De hecho, se ve cómo Gary está mucho más receptivo ante este tipo de comunicación vulnerable y directa, y no se muestra defensivo porque no lo siente como un ataque.
Desde luego, esta comedia romántica es una herramienta que puede darnos un vistazo de lo que puede complicarse la vida en pareja por dinámicas que se atascan y se pueden volver crónicas. Pero también nos puede enseñar cómo un pequeño cambio en la dinámica puede abrir puertas nuevas hacia el cambio y el crecimiento como pareja.
Te dejamos el clip de la escena de la discusión con subtítulos.
Departamento Psicológico, Psicoterapéutico y Coaching
Psicóloga Sanitaria
Adultos, adolescentes, parejas y familias
Idiomas de trabajo: Español e inglés
Queridos Reyes Magos...
- LINCE: Comenzamos con un juego ideal para estimular la atención selectiva de los peques de la casa- Consiste en un tablero redondo con imágenes y unas fichas en las que aparece una sola imagen. El juego consiste en extraer una ficha y encontrar lo más rápido posible la imagen que aparece en ella. Gana la ronda el primero que lo encuentre. ¡Ideal para una tarde en familia! (4-7 años).
- CUBEEZ: Imaginen un híbrido entre Mr. Potato y un cubo de Rubik y tendrán una ligera de cómo funciona Cubeez. Cada jugador dispone de tres cubos con diferentes ojos y bocas. Ganará la ronda quien antes consiga crear la cara que aparece en la carta del mazo. Además de lo divertido que resulta, conseguiremos trabajar una gran variedad de funciones cognitivas como la atención selectiva visual, la orientación espacial y la motricidad fina. (A partir de 6 años).
- JUNGLE SPEED KIDS: La versión infantil de este juego de mesa clásico es perfecta para estimular los reflejos y la memoria visual de los más pequeños. El objetivo del juego consiste en conseguir recordar la posición de las cartas de animales para poder formar el mayor número de parejas posible y así salvarles de las garras del león. Gana el jugador que más parejas haya conseguido voltear. Otro aspecto interesante de este juego es que nos permitirá trabajar la inhibición conductual, puesto que cuando un jugador levante dos cartas y no tengan el mismo animal, no podrá participar en el juego hasta que vuelva a ser su turno. (A partir de 5 años).
- CONCEPT KIDS: Este juego es, sin duda, uno de los más recomendados para trabajar la formación de conceptos y el razonamiento abstracto. El objetivo es conseguir que el resto de jugadores adivinen un animal, señalando los iconos que aparecen en el tablero. Una de sus principales ventajas es que no requiere el uso del lenguaje verbal, ni del aprendizaje de la lectura. Por tanto, es ideal para niños a partir de 4 años.
- ANIMAL SOBRE ANIMAL: Una versión de la clásica Jenga adaptada para el público infantil, que pondrá a prueba su capacidad de concentración y sus habilidades visoespaciales. Es uno de esos básicos que nunca pasa de moda, consiguiendo atrapar a toda la familia. (A partir de 4 años).
Los juegos de mesa son una estupenda forma de pasar tiempo de calidad con nuestros hijos, pues aquello que recordarán cuando sean mayores no es aquel juguete tan fascinante que les trajeron los Reyes, sino todos esos momentos especiales que pasamos en familia.
Escrito por Alba Ferrero.
Blog
Distintas formas de limitar el uso del smartphone en adolescentes
Los dispositivos electrónicos son herramientas muy útiles que se han convertido en una parte intrínseca de nuestra vida hoy en día. Utilizados de forma correcta se convierten en un valor añadido y de forma incorrecta se convierten en un obstáculo.
Lo primero que debemos entender es la extensión de la importancia de estos dispositivos en nuestra vida. Como adultos profesionales, los hemos integrado en nuestro día a día como herramienta indispensable para trabajar, socializar, reservar eventos, pagar, hacer deporte, entretenernos, organizar nuestras agendas y un infinito etcétera.
Teniendo en cuenta esto, ¿por qué esperamos que para los adolescentes no sea igual? El uso de dispositivos electrónicos es tan necesario para el correcto funcionamiento de las diferentes áreas de su vida como para los adultos, se podría argumentar que incluso más teniendo en cuenta el papel omnipresente que ha pasado a tener la tecnología en la educación en los últimos dos años. Sabemos que hay tanto ventajas como desventajas en el uso de estos dispositivos y aún así, cuando vemos a un adolescente con un Smartphone parece que solo recordamos lo segundo.
Tal vez esto se deba a que nos asustan más los posibles efectos adversos que los posibles beneficios. Sabemos que por un lado el uso correcto de dispositivos electrónicos puede ayudar en la socialización, crear nuevas formas de aprendizaje, incrementar la capacidad de solución de problemas y tolerancia a la frustración (videojuegos), posibilitar la creatividad y libertad de expresión, y permitir un acceso ilimitado a la información. Pero por otro lado el abuso de la tecnología entre los jóvenes puede provocar adicción y aislamiento, mayores niveles de ansiedad, trastornos de la conducta, bajo rendimiento escolar, depresión, estrés y falta de interés por lo que les rodea.
Lo que es importante reconocer aquí es la diferencia entre las causas de las ventajas y desventajas. Las ventajas asociadas al uso de dispositivos electrónicos aparecen con el correcto uso de éstos, y las desventajas aparecen cuando hay un abuso. Son el mal uso y el abuso por tanto, lo que debemos evitar.
Consejos
Si te preocupa un uso excesivo por parte de tu hij@ adolescente, puedes poner en práctica los siguientes consejos:
- Crea un compromiso familiar, con unas reglas de espacio y tiempo que todos debéis respetar. Por ejemplo, no se puede utilizar el móvil antes de las 9 de la mañana ni después de las 10 de la noche; es importante proponer alternativas interesantes y divertidas para hacer juntos como ver una película en familia, jugar a algo, crear algo juntos como una maqueta o puzle o compartir cualquier actividad que sea interesante para ellos como aprender a tocar un instrumento. Con eso conseguiremos que no lo vea como una restricción sino como un cambio.
- Hazles saber las ventajas de no estar siempre disponible, de una desconexión digital completa de vez en cuando. Podéis planear uno o dos días al mes en los que se realizará una actividad nueva y gratificante fuera de casa (una excursión, un concierto, un día de Spa, un evento culinario…
- Apóyales en el uso de apps que le expongan a salir al exterior. Si le gusta hacer deporte hay muchas opciones que facilitan hacerlo al aire libre, incluso una app, Caminandum, que te ayuda a encontrar personas que practiquen el mismo deporte o actividad para realizarlo juntos o prestarse material.
- Utiliza apps educativas con ellos para aprender juntos, por ejemplo un nuevo idioma. Hay apps gratuitas como Memrise y Duolingo que permiten aprender jugando, o apps de pago como Babbel que son más completas a nivel académico. Enséñales que pueden utilizar los dispositivos para satisfacer su curiosidad y aprender algo nuevo sobre un tema, introduciendo la cuestión de la veracidad de las fuentes y asegurándote así de que tus hijos están preparados para reconocer las noticias falsas.
- Participa en las actividades en línea de tus hijos. Si jugáis juntos online o muestras interés por su grupo favorito que sigue en las redes sociales, se convertirán en pasatiempos compartidos. De esta manera, tendrás más control sobre el tiempo que se le dedica a estas actividades.
- Explícales las diferencias en el uso del Smartphone y todo lo que ofrece de manera comprensiva. Queremos que entienda cómo usar correctamente los dispositivos para que pueda valerse por sí mismo, no imponer nuestro propio criterio.
- Sé un ejemplo para ellos, comprometiendo a todos los miembros adultos de la familia a serlo también. Si nosotros mismos estamos enganchados al móvil o tablet siempre que tenemos un minuto libre, estamos validando un comportamiento erróneo. Por el contrario, podemos enseñarles cómo es un uso responsable, compartiendo con ellos las utilidades que nosotros sacamos en el día a día. Los padres siguen siendo el modelo más importante en la vida de un adolescente.
- Asegúrate de tener una forma de estimar el número de horas que tus hijos pasan en línea de manera realista, Android, por ejemplo, cuenta con la función «Digital Wellness» que te dice cuántas veces desbloqueas el teléfono y cuánto tiempo pasas en cada aplicación. A veces ver las estadísticas te ayuda a darte cuenta del problema, y reflejarles esto de manera comprensiva puede llevarles a disminuir la exposición por cuenta propia.
- Intenta no llegar a los extremos, como bloquear el internet de tus hijos o quitarle los dispositivos de golpe; lo harás aún más deseable.
Solo hay una consigna válida para el uso de éstos dispositivos, y es el equilibrio. Lograr un bienestar digital, sabiendo que dispositivos o aplicaciones usar en qué momento y cuando debemos parar. No es solo el tiempo delante de la pantalla lo que importa, sino la calidad de lo que están viendo. Esto significa que si no podemos reducir significativamente el tiempo que pasan delante de la pantalla, si podemos asegurarnos de que aprovechen estos dispositivos de la misma manera que lo hacemos nosotros.
En resumen:
Para limitar el uso de dispositivos electrónicos en adolescentes necesitamos ayudarles a encontrar el balance que ellos mismos no consiguen lograr. Como padres, se puede:
- Compartir el tiempo en línea interesándose por lo que a ellos les interesa
- Proponer un bienestar digital familar y alternativas viables, saludables y divertidas
- Ser un modelo a seguir, un ejemplo de buen uso de dispositivos electrónicos
- Explicar de manera comprensiva las diferencias entre uso y abuso
- Asegurarse de que entiendan cuando el uso es excesivo, enseñarles estadísticas
- Ayudarles a satisfacer sus necesidad de explorar y su curiosidad de manera adaptativa
En esta nueva era tecnológica, se nos presentan un millón de posibilidades y por tanto un millón de decisiones a diario. Tenemos en nuestras manos dispositivos que nos permiten una accesibilidad permanente; depende solo de nosotros mismos convertirlos en una herramienta de ayuda o en un hándicap. Ésta es la idea que debemos transmitir a los adolescentes.
Para más información sobre prevención, diferencias entre uso, abuso y adicción, factores de riesgo y de protección, y pautas de un uso adecuado, la Universidad Complutense de Madrid ha elaborado una guía para padres y educadores sobre el uso seguro de Internet, móviles y videojuegos.
Disponible en el siguiente enlace: