En verano todo el mundo se merece un descanso, también los niños, que después de un curso escolar intenso con deberes y exámenes lo que no quieren son más tareas para los meses de verano.
Por eso la cuestión que se plantean muchos padres es la de qué hacer para que los niños repasen algo de lo aprendido en el cole sin que se aburran o tengan que sentarse a diario a hacer deberes.
Se pueden emplear diversas estrategias para fomentar el aprendizaje y ayudarles a continuar desarrollando sus habilidades lingüísticas en estos meses, teniendo en cuenta los intereses del niño y sus preferencias. Una opción es la de apuntarles a cursos o talleres de verano, lugares donde pueden seguir aprendiendo, idiomas por ejemplo, mientras se divierten e interactúan con otros niños de su edad.
Otra opción son los cuadernillos de repaso de temas variados que a menudo presentan ejercicios divertidos para niños a la vez que incluyen una revisión de conceptos vistos durante el curso escolar. Es recomendable involucrar al niño en la elección del cuadernillo y presentarlo como algo divertido que puede hacer algunos días de la semana y no como deberes que tiene que hacer de forma obligada.
En cuanto a desarrollar el lenguaje de forma lúdica hay numerosos juegos que se pueden realizar. No es necesario dedicarles muchas horas al día, puede ser suficiente con unos minutos de juego diario o como entretenimiento durante un viaje por ejemplo.
Para estimular el lenguaje oral, podemos pedirles que nos cuenten situaciones, una película que hayan visto o un cuento, inventar historias o describir imágenes, siempre escuchándoles atentamente, ayudándoles a incrementar su vocabulario y modelando el uso de las estructuras gramaticales.
Se puede incidir también en la conciencia fonológica, que es el conocimiento sobre las unidades que componen el lenguaje y es un componente esencial en el desarrollo del lenguaje tanto oral como escrito:
- Jugar a decir palabras que empiecen por un sonido dado.
- Dividir las palabras en sílabas dando una palmada por sílaba.
- Añadir una sílaba o un sonido al inicio o al final de una palabra.
- Quitar una sílaba o un sonido al inicio o al final de una palabra.
- Deletrear palabras.
- Dar una palabra y decir palabras que rimen con ella.
- Juegos: “Veo veo” y palabras encadenadas.
Por otro lado, la memoria auditiva está relacionada con la capacidad de retener unidades lingüísticas y también es relevante tanto en el lenguaje oral como escrito.
- Jugar a repetir letras, números, palabras, frases, aprender canciones, rimas, trabalenguas, etc.
- Juego “Fui al mercado y compré …” Por turnos ir añadiendo alimentos, repitiéndolos desde el principio. Se pueden hacer muchas variantes de este juego, “Fui al zoo y vi…” o “Fui de viaje y metí en la maleta…”, etc.
En el área de lenguaje escrito, leer con los niños un poco todos los días es esencial, ya sea cuentos, tebeos, poesías o noticias, ya que mejora las habilidades de atención conjunta, ayuda a aprender vocabulario y a desarrollar su imaginación, entre otras muchas cosas. Es recomendable implicarles en la elección de las lecturas, ya que estarán mucho más motivados si han podido elegir lo que van a leer. Los niños disfrutarán de ese momento especial con sus padres.
Los juegos de mesa son una manera excelente de desarrollar el lenguaje oral y escrito, así como otras habilidades cognitivas. Juegos que contengan preguntas, retos o adivinanzas pueden proporcionar un momento de diversión para toda la familia.
También se puede fomentar la escritura mediante pasatiempos, juegos como “El ahorcado”, pedirles que ayuden escribiendo la lista de la compra o una lista de cosas que hay que llevar de viaje. Implicarles en este tipo de tareas cotidianas también les ayuda a desarrollar la autoestima y la autonomía. El ordenador puede ser una buena herramienta para crear estas listas o sus propios cuentos e incluso para jugar a juegos educativos on-line apropiados para su edad.
Estas son solo algunas ideas, pero hay muchas más actividades que se pueden realizar, es cuestión de usar la imaginación y sobre todo dedicar un tiempo a pasarlo bien con los niños. Por último, mencionar que estas actividades no tienen por qué ser sólo para el verano, también se pueden hacer durante el curso escolar con el fin de ayudar a los niños a desarrollar sus habilidades lingüísticas.
¡Feliz verano a todos!