Aunque pasamos gran parte de nuestra vida estudiando o trabajando, a la mayoría de nosotros, nadie nos ha enseñado nunca cómo hacerlo de la manera más efectiva posible. Tratar de aprender algo no debería implicar simplemente leer un texto una y otra vez, para después intentar repetirlo. Aprender significa llevar a cabo tres acciones básicas: exposición al material, revisión y práctica del mismo.
Hay muchos procesos cognitivos implicados en el aprendizaje: memoria a corto y largo plazo, capacidad atencional, funciones ejecutivas, percepción, lenguaje, etc.
El mejor modo de aprender es llegar a conocer todos estos procesos, sus límites y las estrategias para hacerlos funcionar de la mejor y más efectiva forma posible. A esto lo llamamos metacognición.
¿Qué puedes hacer para mejorar tus habilidades para el estudio?
Empecemos con las condiciones ambientales:
- Es fundamental elegir tu propio lugar de estudio, con una mesa y una silla cómodas. Un lugar que no tenga distracciones (acceso a videojuegos, televisión, etc). Una ventilación y temperatura apropiadas (entre 18 y 20 grados) son también consideradas necesarias. Así mismo, ten en cuenta la importancia de la cantidad de luz; si es posible, aprovecha la luz indirecta del sol. Si eres diestro, la luz debe venir de la izquierda y si eres zurdo, de la derecha. ¡Evita los tubos fluorescentes! Harán que tus ojos se cansen fácilmente.
- También es importante estudiar siempre en el mismo lugar y a la misma hora. Cada vez que estamos en un sitio nuevo, tendemos a explorar, así que nos distraemos. Por esta razón, debemos considerar tratar de estudiar siempre en el mismo sitio. Intenta encontrar cuál es la mejor hora del día para estudiar para tí. Algunas personas se concentran más durante las mañanas y otras por la tarde.
- Para evitar sentirte desbordado, coge solamente el material estrictamente necesario para la asignatura o proyecto en el que estés trabajando en ese momento. Cuando termines, coloca ese material en su sitio y coge lo siguiente que necesites.
- Duerme tantas horas como necesites y come de la forma más saludable posible. Tu cerebro necesita descansar y alimentarse adecuadamente. Si no das a tu cuerpo lo que necesita, no serás capaz de recordar información, prestar atención o planificar los pasos necesarios para llevar a cabo una tarea.
- Establecer objetivos es también es esencial. Éstos deben ser claros, concretos, a corto plazo y realistas. Escríbelos, y así no los olvidarás. Te recordarán el camino que debes seguir cuando “te pierdas”. ¡Recompénsate por tus logros! Ve al cine, cómete tu snack favorito, cómprate bombones, … tan pronto cómo consigas cada uno de tus objetivos.
- Exponte a los contenidos que quieras aprender de forma activa: no te limites simplemente a leer una y otra vez lo que tienes que estudiar. De esta forma, probablemente lo olvidarás al día siguiente. Tu cerebro necesita trabajar y procesar la información de formas diferentes. Pregúntate qué sabes sobre el contenido que vas a leer; escribe dudas y busca las respuestas; busca información adicional en varios formatos (libros, vídeos, apuntes); crea mapas mentales, etc. Recuerda que no es una cuestión solamente de memorizar palabras o fórmulas para los exámenes, es cuestión de interiorizar lo que realmente necesitas saber.
- Práctica: realiza simulacros de examen en casa antes del examen real e intenta hacerlo con las circunstancias más parecidas posibles (tiempo permitido, tipo de preguntas…), explica lo que has aprendido a alguien o forma un grupo de estudio para compartir ideas.
Mira la siguiente pirámide de aprendizaje. ¿Sabías que sólo retenemos el 10% del material que leemos? ¿o que, enseñando a otros, nuestro cerebro es capaz de retener el 90%?
¿Quieres saber más?
Cuando estamos estudiando o trabajando, uno de los mayores obstáculos que nos encontramos en nuestro camino es el manejo del tiempo. La mayoría del tiempo, tenemos demasiadas cosas que hacer y muy poco tiempo. Es muy común procrastinar, no saber por dónde empezar o simplemente perder el tiempo
Una adecuada planificación te ayudará a:
- Controlar tu rendimiento diario y eficiencia; así podrás ajustar tu trabajo a tus demandas académicas o laborales.
- Crear un hábito de estudio; de esta manera, no te resultará tan difícil empezar tus tareas. Esto también ayudará a mejorar tu capacidad de concentración.
- Utilizar tu tiempo: si planificas adecuadamente lo que tienes que hacer, verás que no solamente tiempo para las obligaciones, sino también para disfrutar de tiempo libre.
No olvides que una planificación apropiada debe ser, principalmente, operativa. Esto significa que debe ser útil para alcanzar los objetivos realistas y concretos que te propongas. Compartir tus objetivos con tus amigos o familiares te ayudará a comprometerte a cumplirlos.
Si sientes que el manejo del tiempo es uno de tus problemas, echa un vistazo a los siguientes consejos
- Realiza una lista diaria o semanal de cosas que hacer. En lugar de pensar en todo aquello que debes hacer, escríbelo. Te ayudará a no olvidar nada importante.
- Prioriza. Asigna un orden de prioridad a los asuntos de tu lista y trata de seguir un orden desde el más importante/urgente al menos.
- Haz tu propio horario. Hay ciertas cosas que se deben hacer a una hora determinada. Un horario te ayudará a visualizar el tiempo real que tienes a lo largo del día para hacer lo que planeas. Esto incluirá tiempo libre, así que también verás los beneficios de realizar aquello que debes a la hora apropiada. Si necesitas estudiar varias asignaturas, ten en cuenta que es mejor comenzar por aquella que sea de dificultad media, seguir por una de dificultad alta y terminar con una que te resulte sencilla. Tómate un descanso cada 45-50 minutos y aprovecha para ir a por un vaso de agua, hablar con alguien o escuchar música durante unos 10-15 minutos.
- Intenta no realizar varias tareas a la vez. Cuando nos sentimos sobrepasados por todas las cosas que debemos resolver, intentamos hacerlo todo a la vez, pero esto sólo nos lleva a no terminar nada.
- Mantén un espacio limpio y ordenado a tu alrededor. Intentar encontrar algo es una forma típica e innecesaria de perder tu tiempo. Puedes evitarlo manteniendo cada cosa en su sitio.
- No procrastines: la razones principales por la que retrasamos el momento de empezar a hacer algo suelen ser el miedo al fracaso o el no saber por dónde empezar. ¿Qué podemos hacer para intentar evitar esta situación?
- Identifica la tarea que estás evitando. Divídela en pequeñas partes. Escribe estas partes formando una lista de pasos y colócala en un lugar donde puedas verlo. Ve tachando los pasos que vayas completando.
- Si tienes cinco minutos para llevar a cabo una tarea, entonces elige una tarea que te vaya a llevar esa cantidad de tiempo y esfuérzate por trabajar durante ese período.
- Trata de no ser tan perfeccionista. Da lo mejor de tí mismo cuando estés desarrollando un proyecto pero date cuenta de que no siempre va a quedar perfecto.
- Concéntrate en tu objetivo final y piensa en la satisfacción que sentirás cuando lo consigas.
Recuerda que también es importante que te evalúes a tí mismo periódicamente: pregúntate que estás haciendo bien y qué puedes estar haciendo mal y no tengas miedo de cambiar aquello que veas que no está funcionando.
No hay un método único e infalible que funcione para todo el mundo, así que intenta encontrar el tuyo propio. Todos tenemos necesidades y habilidades diferentes.
Si, después de leer este artículo, aún sientes que no puedes hacerlo tú solo, pide ayuda. Un especialista en aprendizaje de Sinews puede guiarte a través del, en ocasiones, difícil camino del aprendizaje. A través de varias sesiones de entrenamiento aprenderás a cómo organizarte, técnicas mnemotécnicas o cómo resumir.