El estrés es una respuesta natural que tiene lugar en nuestro cuerpo ante situaciones que suponen una amenaza o un desafío. Sin embargo, cuando el estrés se intensifica, puede tener efectos devastadores en nuestra salud física. El objetivo de este artículo es explorar los efectos del estrés en nuestro cuerpo y las posibles consecuencias a largo plazo. Además, incluiré alguna recomendación sobre cómo podemos gestionarlo.

¿Qué es el estrés?

Según la RAE, el estrés es la “tensión provocada por situaciones agobiantes y que origina reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves”. El estrés es un factor que puede afectar a cualquier persona sin importar edad, complexión, género, etc. Cuando se presenta de manera prolongada o excesiva, puede afectar negativamente tanto a la salud mental como la física. Desde la psicología, el estrés no solo se experimenta a nivel emocional, sino que también influye en el funcionamiento del cuerpo de diversas maneras. Sin embargo, es interesante que distingamos los tipos de estrés que podemos presentar:

Estrés Agudo

Es el más común y tiene lugar como respuesta inmediata a un evento o situación estresante. Suele ser de corta duración y puede desencadenarse por situaciones puntuales como acudir a un examen, una entrevista de trabajo o una presentación importante ante un público. Se caracteriza porque suele presentarse en forma de síntomas como palpitaciones, sudoración, aumento de la tensión muscular y emociones de gran intensidad como la ansiedad o el enfado. El estrés agudo puede ser de gran utilidad, ya que activa el cuerpo y la mente, pero si es se mantiene demasiado intenso, puede causar fatiga y problemas emocionales a mayor plazo.

Estrés Agudo Episódico

Tiene lugar cuando una persona experimenta episodios de estrés agudo de forma frecuente en su vida diaria. Las personas que viven con este tipo de estrés suelen enfrentarse a desafíos constantes o repetitivos en su rutina. Las personas que lo presentan pueden estar siempre “al límite”, presentando emociones como irritabilidad, ansiedad o cambios de humor bruscos y de manera frecuente. El impacto de este tipo de estrés puede derivar en problemas de salud como la hipertensión, migrañas crónicas, trastornos digestivos o dificultades para dormir.

Como Impacta el Estrés sobre la Salud Física 2

Estrés Crónico

Este tipo de estrés aparece durante largos periodos de tiempo y suele estar asociado con situaciones que la persona percibe como incontrolables, sin solución aparente o fuera de su control. Los síntomas pueden llegar a ser agotamiento emocional, estado depresivo, desmotivación y problemas de salud de carácter más crónico. El estrés crónico es el que más daño puede ocasionar en nosotros, ya que tiene efectos prolongados en nuestro cuerpo y mente, aumentando el riesgo de enfermedades cardíacas, depresión, ansiedad, etc.

Estrés Traumático o Postraumático

Ocurre como respuesta a eventos traumáticos que ponen en peligro la vida o la integridad física y emocional de una persona, como presenciar accidentes graves, desastres naturales o experiencias de violencia física o psicológica. Este tipo de estrés se asocia al Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT). Puede incluir síntomas de ansiedad severa, recuerdos intrusivos del evento, pesadillas o terrores nocturnos, hipervigilancia, flashbacks con reacciones físicas intensas al recordar el evento.

El mecanismo del estrés y su impacto en el cuerpo

Cuando nos enfrentamos a una situación que puede generar en nosotros gran cantidad de estrés, nuestro cerebro se activa y el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal (HHA), libera hormonas que tienen un papel importante en este momento como son el cortisol y la adrenalina. ¿Por qué son útiles estas sustancias? Al segregarlas nuestro cerebro, estas nos preparan para producir una respuesta de “lucha o huida” originando en nuestro cuerpo reacciones como aumento de la frecuencia cardiaca, la tensión arterial, sudoración, etc. Este mecanismo nos ayuda en momentos de peligro o alarma para nosotros, si se mantiene activado de manera constante puede provocar en nosotros daños en la salud.

El estrés, también, afecta a nuestra corteza prefrontal, esta región del cerebro se encarga de la toma de decisiones y de la regulación emocional. Por ello, en situaciones que se de estrés crónico, esta área puede volverse menos efectiva, contribuyendo a una mayor dificultad para manejar nuestras emociones y resolver problemas de manera satisfactoria para nosotros.

Como Impacta el Estrés sobre la Salud Física 3

¿Cómo nos afecta el estrés en nuestros cuerpos?

Nuestro cuerpo está formado por doce sistemas que ayudan a la coordinación e integración funcional de este. El estrés puede provocar un impacto en estos sistemas y originar daños que afecten a nuestra salud física.

  • Sistema cardiovascular: en particular, el estrés crónico puede llegar a provocar hipertensión arterial, arritmias y un mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Si nos exponemos de forma prolongada al cortisol esto contribuye a la inflamación y al endurecimiento de nuestras arterias. Además, el estrés también puede aumentar la producción de colesterol, provocando un incremento del riesgo de aterosclerosis o enfermedades coronarias.
  • Sistema inmunológico: experimentar un nivel alto y sostenido de estrés puede llevarnos a un debilitamiento del sistema inmunológico, aumentando la posibilidad de contraer infecciones, retrasando la cicatrización de heridas o agravando enfermedades autoinmunes.
  • Sistema digestivo: El estrés puede causar numerosos problemas digestivos como el síndrome de intestino irritable, gastritis y reflujo gastroesofágico. Además, afecta a nuestra microbiota intestinal, lo que repercute en el equilibrio del organismo. En algunos casos, incluso puede derivar en trastornos alimenticios como la anorexia o el trastorno por atracón, que no solo afecta a nivel físico sino, también, a nivel mental.
  • Sistema endocrino y metabolismo: La liberación excesiva de cortisol puede alterar nuestros niveles de glucosa en sangre, favoreciendo el desarrollo de diabetes. Asimismo, puede contribuir al aumento de peso. Además, el estrés produce una interferencia con respecto a la regulación del apetito, promoviendo conductas alimentarias poco saludables en nuestra dieta.
  • Sistema musculoesquelético: El estrés provoca que nuestros músculos se tensen con mayor frecuencia, provocándonos dolores de cabeza, contracturas y malestar generalizado. A largo plazo, esto puede derivar en problemas como fibromialgia o trastornos musculares crónicos. La tensión muscular prolongada también puede contribuir a problemas posturales y afectar a nuestra movilidad.
  • Salud mental y emocional: Aunque el enfoque principal es el impacto físico, no podemos ignorar que el estrés también está relacionado con conceptos psicológicos como la ansiedad y la depresión. La exposición constante a altos niveles de estrés puede alterar la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, fundamentales para nuestro bienestar emocional.
Como Impacta el Estrés sobre la Salud Física 4

El papel de la psicología en el manejo del estrés

Desde la psicología, se han desarrollado numerosas estrategias para afrontar el estrés de manera saludable con la ayuda de psicólogos que nos ayuden a ponerlas en práctica. Algunas de las más efectivas incluyen:

  • Técnicas de relajación: Meditación, respiración diafragmática o mindfulness pueden ayudarnos a reducir la activación de nuestro sistema nervioso simpático y promueven el estado de calma. Numerosos estudios demuestran que la práctica regular de estas técnicas puede disminuir la producción de cortisol y mejorar la función inmunológica en las personas.
  • Ejercicio físico: La actividad física realizada de manera constante y regular contribuye a disminuir los niveles de cortisol y liberar endorfinas, mejorando nuestro estado de ánimo y la resistencia al estrés. Además, el ejercicio nos ayuda también en la regulación del sueño, algo fundamental para la funcionalidad de nuestro organismo.
  • Apoyo social: Mantener relaciones sociales saludables y contar con una red de apoyo puede ayudar a sobrellevar las dificultades que podemos encontrarnos relacionadas con el estrés y reducir su percepción. Las interacciones sociales satisfactorias estimulan la liberación de oxitocina, una hormona que contribuye a la relajación y el bienestar.
  • Reestructuración cognitiva: Identificar y modificar patrones de pensamiento negativos puede cambiar nuestra manera de enfrentar situaciones estresantes. Esta técnica es muy utilizada en terapia, mediante la ayuda de un psicólogo, para ayudar a las personas a desarrollar una perspectiva más adaptativa y menos catastrofista frente a situaciones de estrés.
  • Terapia psicológica: La terapia cognitivo-conductual (TCC) o la terapia de aceptación y compromiso (ACT) han demostrado su eficacia para mejorar la gestión del estrés y reducir su impacto en la salud de los pacientes que han decidido iniciar su proceso terapéutico con ellas.
  • Regulación del sueño: Dormir bien es fundamental para nuestra recuperación a nivel físico y mental. Establecer una rutina de sueño adecuada y reducir la exposición a pantallas antes de dormir puede mejorar la calidad de nuestro sueño y reducir el impacto del estrés.
Como Impacta el Estrés sobre la Salud Física 5

El estrés, como comentábamos en el inicio de este artículo, es una respuesta que tenemos de forma natural y necesaria para nuestra supervivencia, pero que se dé de marera prolongada en el tiempo puede llevarnos a generar graves problemas de salud física y mental. Desde una perspectiva psicológica, si comprendemos los efectos del estrés y aplicamos las estrategias adecuadas para poder manejarlo, podremos llegar a mejorar significativamente nuestra calidad de vida y prevenir enfermedades o situaciones que nos generan un intenso grado de malestar. El equilibrio entre mente y cuerpo es esencial para nuestro bienestar integral, y aprendiendo a gestionar el estrés puede ser clave para llevar una vida saludable. Para lograrlo, es primordial para las personas combinen estrategias psicológicas con hábitos de vida saludables que fomenten el bienestar general de nuestro cuerpo.

Sobre la autora

Lidia Fernández

Lidia Fernández
Departamento Psicológico, Psicoterapéutico y Coaching
Lidia Fernández
Psicóloga
Adultos y adolescentes
Idiomas de trabajo: Español e inglés
Ver su Curriculum