En la actualidad el ámbito educativo se enfrenta ante grandes desafíos. Tras la pandemia de COVID 19 diversos estudios han evidenciado consecuencias negativas en el desarrollo cognitivo y el aprendizaje académico de los niños en diferentes partes del mundo. Esto se ha visto reflejado tanto en la complejidad como en la diversidad de las necesidades de aprendizaje, requiriendo nuevos enfoques para cada el alumnado. En este contexto, el papel del terapeuta de apoyo educativo se vuelve crucial para asegurar el desarrollo adecuado del aprendizaje y superar las dificultades que puedan surgir. Conocemos desde la generalidad la labor profesional de estos, sin embargo, nos confunde el abordaje que abarca su competencia profesional. ¿Qué es realmente un terapeuta de apoyo académico?
La Importancia del Terapeuta de Apoyo Académico
Los terapeutas o psicólogos de apoyo académico son profesionales especializados en el entorno educativo de la población infanto-juvenil que se centran en el análisis de las necesidades especiales y dificultades de aprendizaje enfocados en diseñar estrategias con el objetivo de la adquisición de habilidades y destreza. Con el presente objetivo, el terapeuta de apoyo académico tras el estudio de las dificultades halladas, determina y brinda una serie de herramientas, las cuales se adaptan de forma individualizada para ayudar y fomentar el desarrollo de su aprendizaje.
El trabajo del terapeuta de apoyo educativo comienza con la «Comprensión”, es decir, identificar y entender las causas subyacentes de las dificultades que enfrentan los estudiantes. Este entendimiento inicial resulta fundamental, ya que permite diseñar con mayor precisión los procedimientos y estrategias que se deben implementar para abordar eficazmente estas dificultades. Para lograr una comprensión holística del alumnado, se utilizan informes y evaluaciones breves que proporcionan una visión más amplia de las necesidades educativas del estudiante.
Este enfoque integral resulta clave en su ejecución profesional, pues permite al terapeuta de apoyo desarrollar intervenciones individuales que aborden no solo los síntomas superficiales, sino también la raíz de la que se originan. Desde este punto, comienza la planificación de estrategias adaptándose al currículo académico del alumno. Principalmente estas estrategias se implementan dentro de aquellas áreas de aprendizaje que suponen una dificultad y el alumno no dispone de suficientes recursos para su correcto afrontamiento. Ante esto, el terapeuta de apoyo aporta herramientas específicas que se adaptan a las necesidades encontradas.
Apoyo Psicopedagógico: Más Allá de lo Cognitivo
El apoyo psicopedagógico tiene sus raíces en el campo de la psicología cognitiva, enfocándose inicialmente en las dificultades de aprendizaje, especialmente las relacionadas con la regulación de las funciones ejecutivas. Sin embargo, tras la pandemia de COVID-19, las necesidades de apoyo se han visto fuertemente agravadas.
En cuanto a las funciones nombradas, como la planificación, la inhibición y la memoria de trabajo, han sufrido un deterioro cognitivo tras el periodo de confinamiento. Unido a esto, aparecieron nuevas dificultades de adaptación a la educación: La ansiedad; fue un gran detonante dentro del panorama educativo adolescente e incluso infantil. Esta sintomatología incidió sobre estas funciones, particularmente sobre la MT, debido a la ansiedad causada por el confinamiento, repercutiendo directamente sobre el rendimiento de la lectura y escritura de los estudiantes al ser clave para su procesamiento.
Por tanto, debemos tener en cuenta que, en la actualidad, el apoyo psicopedagógico, no se limita exclusivamente al sustento de funciones meramente cognitivas. Resulta fundamental entender la relación que existe entre los factores tanto emocionales como cognitivos que afectan al desarrollo del niño. Ambos factores interactúan constantemente en la ejecución de sus habilidades, reflejándose directamente sobre su rendimiento. Un claro ejemplo de esto es la situación común de enfrentarse a un examen difícil y sentir lo popularmente conocido como “ mente en blanco”. Estos síntomas de parálisis, pérdida de control e inseguridad no son más que fruto de estados de ansiedad, provocados por síntomas emocionales demostrándonos cómo la gestión emocional puede facilitar o complicar la ejecución de nuestras habilidades y la aplicación de nuestro conocimiento.
Desafíos Actuales en el Ámbito Educativo
El contexto educativo es el reflejo de aquello que se desarrolla fuera de este. Tras el periodo del confinamiento, La pandemia de COVID-19 ha impuesto retos significativos al sistema educativo:
1. Impacto en el marco socio-demográfico:
El esfuerzo de adaptación de la educación durante el periodo de confinamiento se apoyó en su mayoría en recursos tecnológicos, siendo bienes limitados para una parte de la población escolar. Esta falta de acceso ha dificultado el periodo de escolarización reflejándose en efectos predominantemente negativos sobre los procesos de aprendizaje y desarrollo, especialmente en contextos con menores recursos económicos y culturales. Este periodo ha evidenciado aún más la inequidad social, la exclusión y las barreras educativas que enfrentan muchos niños y jóvenes, subrayando la importancia de la educación desde una perspectiva más inclusiva y equitativa.
2. Rol de los Docentes
Es crucial que los docentes reflexionen sobre cómo pueden contribuir a reducir las barreras de aprendizaje, tanto cognitivas como afectivas y motivacionales. La pandemia ha destacado la importancia de apoyar a los profesores y fortalecer el uso pedagógico de las herramientas tecnológicas. Sin embargo, existe el desafío de mejorar la efectividad de las capacitaciones, dado que muchos maestros encuentran dificultades en el uso de nuevas herramientas. Es necesario fomentar programas de formación que faciliten el uso de estrategias flexibles para una variedad de estudiantes y contextos de enseñanza. La propuesta de Masland (2021) sobre la pedagogía resiliente, que satisface necesidades de bienestar psicológico como la autonomía, la competencia y la afiliación, puede ser un modelo efectivo para aumentar la motivación y el compromiso.
3. Retos para los Padres:
Los padres también enfrentan desafíos, como revisar y modificar prácticas que afectan negativamente las experiencias de aprendizaje de sus hijos. La problemática actual más prevalente se encuentra en el uso excesivo de videojuegos, celulares y televisión puede agravar las dificultades en el aprendizaje y el desarrollo. En contraste, se deben fomentar prácticas que promuevan la lectura, el deporte y las artes, las cuales facilitan otros tipos de aprendizaje además de mejorar la autoestima y el autoconcepto al desarrollar estrategias de competencia. Además de esto, los mecanismos de recompensa se encuentran altamente motivados por premios dejando a un lado la práctica de la motivación intrínseca. La práctica y el encuentro de esta motivación fomenta un desarrollo más resiliente además de una mejora en la gestión de la frustración.
4. Preparación de las Instituciones Educativas:
Las instituciones educativas deben prepararse para el retorno a las aulas con mecanismos flexibles para diseñar cursos de recuperación y aceleración del aprendizaje, así como programas de apoyo emocional para estudiantes y docentes. Es esencial implementar políticas que permitan ajustes razonables para que los estudiantes puedan acceder equitativamente a recursos y oportunidades, evaluando las posibles pérdidas en el aprendizaje y el desarrollo. Estos ajustes deben buscar la nivelación de los estudiantes en los aspectos cognitivo, emocional y social.
Futuras líneas de acción para los terapeutas de apoyo
Frente a los desafíos actuales en el ámbito educativo, es fundamental que los profesionales analicemos nuevas líneas de acción y reflexionemos sobre las medidas y prácticas implementadas. La pandemia provocó un reajuste de las rutinas previamente establecidas, incorporando nuevas metodologías y recursos. Es crucial evaluar de forma crítica cómo se está adaptando el alumnado a estos cambios. Algunas de estas líneas de acción incluyen:
- Evaluar el uso de la Tecnología: Investigar si los esfuerzos de los docentes para emplear y adaptarse al uso de la tecnología han facilitado procesos efectivos de construcción de conocimiento y si esto resulta beneficioso para todo el alumnado. Es importante adaptar la tecnología como herramienta y no como base principal en el que sustente la calidad educativa.
- Sostenibilidad de las Prácticas Adaptadas: Examinar hasta qué punto los cambios y ajustes en las prácticas de enseñanza, se mantienen tras el retorno a la presencialidad. La elaboración de una rutina adaptada a las nuevas necesidades del alumnado resultará determinante para el desarrollo.
- Aprendizajes y psicoeducación en la Familia: Investigar los aprendizajes informales que han tenido lugar en las familias durante la pandemia y pospandemia, identificando cuáles de estos resultan beneficiosos o perjudiciales para el desarrollo cognitivo, social y emocional. Tras esto, los profesionales debemos ser guía y orientación en las dinámicas para fomentar una mejora en los diferentes estilos parentales y aportar psicoeducación sobre las nuevas necesidades dentro del marco educativo.
- Experiencias y Significados de la Pandemia: Indagar dentro del alumnado sobre las experiencias vividas y el significado de la pandemia y como esto les ha afectado dentro del sistema educativo para poder establecer nuevos programas de apoyo que mejoren su impacto en el aprendizaje.
La pandemia ha transformado el paisaje educativo, presentando retos que requieren respuestas innovadoras y adaptativas. Los terapeutas de apoyo académico desempeñan un papel crucial en este nuevo contexto, ayudando a los estudiantes a superar las barreras cognitivas y emocionales exacerbadas por la crisis sanitaria. Al reflexionar sobre estas nuevas necesidades y ajustar nuestras prácticas, podemos trabajar hacia una educación más equitativa, inclusiva y efectiva para todos los estudiantes. La figura del terapeuta va más allá de un refuerzo cognitivo, es el vínculo de apoyo que ayudará a remar hacia la misma dirección.
Escrito por:
Paula Taguas Labrador