Vivimos en la era del “caos” el olvido de nuestra cartera, estar atrapado en el tráfico o nuestra batería descargada puede hacer que entremos en un estallido emocional. Estas situaciones que se escapan de nuestro control son parte del estrés al que nos enfrentamos en nuestro día a día. La capacidad de mantener la calma frente a lo que podemos controlar y lo que no, es fundamental para preservar un bienestar mental y emocional saludable. Ante esto, en Japón nace el concepto “shou ga nai” que en nuestra versión occidental sería «que le vamos a hacer». Resulta muy fácil decirlo, pero ¿Como podemos integrar el concepto “shou ga nai” en nuestro estilo de vida?
Conoce el concepto “shou ga nai”
Desde la filosofía japonesa nace la expresión “shou ga nai” parte de una filosofía donde muchos de los que la practican, la reconocen como “el secreto de la felicidad”. La filosofía Shoganai tiene su origen en el budismo, por tanto, recoge un estilo de afrontamiento desde la aceptación ante las circunstancias que no podemos controlar.
Esta habilidad de mantener la serenidad ante las dificultades no niega nuestras emociones, es más, no se centra en el conformismo de nuestra realidad, si no que, preserva nuestros esfuerzos para cambiar aquello de podemos transformar. Esta dirección de nuestra energía resulta un gran factor de protección al considerado la enfermedad del siglo XXI: El estrés.
Esta nueva perspectiva refrescante nos trae una nueva estrategia de afrontamiento que nos aleja de la rumia cognitiva, los pensamientos automáticos o la parálisis por análisis, para brindarnos mayor paz en nuestras situaciones de la vida cotidiana y en la que podemos encontrar un punto de apoyo, para mirar a nuestras preocupaciones con amplitud de miras.
La integración del shonagai dentro del mundo occidental
La filosofía Shoganai bebe de los pilares del “mindfulness “donde reconocen la importancia de vivir en el presente, alejándose de “lo que podría haber hecho” en el pasado o “lo que haré” en el futuro. Este concepto se ha tratado de trasladar dentro del mundo occidental como (it is what it is) en el inglés o el popularmente conocido (C´est la vie) en Francés. En otras lenguas como el Islandés encontramos (Petta reddast).
Más allá de la globalización del concepto, la verdadera clave de esta filosofía está en la integración dentro de nuestro día a día. Y es que, dentro del mundo occidental puede resultarnos, fatalista o pesimista, el hecho de “tirar la toalla” ante las dificultades. La clave la llevan practicando los Japones, los cuales centra su esfuerzo en el respeto y la aceptación de los ciclos malos y buenos, como parte del camino.
Esta filosofía nos hace ver más allá del concepto, un estilo de vida completamente alejado de los estándares occidentales de “productividad” y lo poco permitido que nos resulta el poder “parar”. Podemos encontrar diferentes traducciones de “shou ga nai” pero tristemente resulta muy alejado de nuestra integración ante las dificultades. Un buen punto de partida para establecer un nuevo reencuadre cognitivo ante las dificultades se centra en la diferenciación entre: “Conformarse” como actitud reactiva mientras que “Aceptar” es un actitud madura y proactiva, lo que traduce en estabilidad emocional, sensación de control interno y autoconocimiento.
¿Cómo practicar la filosofía Shoganai? Estos son 4 sencillos pasos para su integración
Toma instancia de las cosas
Antes de comenzar a analizar una situación resulta clave dar un paso atrás e intentar encontrar un momento donde nuestras emociones estén más asentadas. Cuando todos recibimos una mala noticia, nos inundan pensamientos negativos e incluso catastrofistas, nos tendemos a poner en lo peor, pasando a un estado de alerta como estrategia de preparación ante el peligro. Una herramienta vital que nos puede ayudar en la práctica es la metáfora del cachorro:
“Tenemos un cachorro y vemos como no para de sentarse en nuestro sofa, a morder los cojines e incluso que comienza a dejarnos algún regalo por la casa… a través de esta metáfora, veremos cómo nos brota la frustración y rabia de tener nuestra casa impecable, sin embargo, debemos de tener paciencia y centrar nuestros esfuerzos en educar al cachorro, ya que una regañina no nos serviría de nada”
Identifica cuales están y no están en tu control
Una vez puesta en práctica la metáfora, comenzaremos a analizar aquellas cosas que han perturbado en nuestra rutina y han supuesto un estado de caos en nuestro orden. Ante su aparición, tomar perspectiva suficiente para establecer un juicio crítico. Diferenciaremos entre: ¿Lo puedo cambiar? Si, pasamos a la acción. ¿No puedo cambiarlo? “shou ga nai” en este caso, nos conviene aceptar y ahorrar nuestra energía.
Práctica la gratitud
La gratitud conforma una parte crucial para la integración de esta filosofía, de forma que, cuando nuestros esfuerzos se centran en las cosas que nos inspiran agradecimiento, fomentamos el desarrollo de una actitud positiva. En el término de esta actitud se refiere al cultivo de nuestra resiliencia como una herramienta de capacidad de adaptación ante las dificultades. Además de esto, una actitud de serenidad en una “mente en calma” nos hace encontrar nuevas soluciones en situaciones que anteriormente no habíamos contemplado.
A mayor práctica mayor dominio
Este tipo de estrategias al igual que el mindfulness, no tratan de establecerse con un objetivo de horas de práctica. La clave reside en su frecuencia, es decir, si en el día tienes 5 situaciones estresantes y pones en práctica estos sencillos pasos en las 5, estarás entrenando el dominio del flujo de pensamientos, viendo como cada vez se hacen menos presentes y que tienes mucha mayor consciencia y control sobre tus emociones ante estos. Esta continuidad de corto tiempo y mucha frecuencia es la que verdaderamente trabaja nuestra habilidad.
Conoce los 5 Beneficios para tu salud mental a través de la práctica de la filosofía “Shoganai”
- Reduce tu hormona de cortisol: Al ser la hormona responsable del estrés, el cortisol es producido por nuestro organismo en situaciones de “emergencia” para poder enfrentarnos a esas situaciones que se salen de nuestra rutina. El cortisol es tan necesario como cualquier otra hormona, ya que nos resulta indispensable para aquellas situaciones en las que se nos presenta un peligro real. Sin embargo, su mantenimiento de forma prolongada puede resultar perjudicial para la salud, fomentando la irritabilidad emocional, la falta de sentido del humor o provocándonos estallidos emocionales de ira o tristeza. Más allá de esto, nuestra calidad de sueño o nuestro sistema inmunitario se ve debilitado por esta continuidad. Ante esto, la práctica de la filosofía Shoganai puede reducir nuestra reactividad ante el estrés y, por tanto, establecer una correcta regulación de la hormona.
- Aumenta tu habilidad de resiliencia: La resiliencia es una de las habilidades más importantes a la hora de enfrentarnos a los desafíos de nuestra vida, y es que, aportar serenidad es también enfocar tu energía interior en escucharte, comprenderte y sobre todo recomponerte de esos contratiempos que nos asaltan sin avisar. La ausencia de esta habilidad puede hacer que el miedo o la pérdida de control, nos paralice llevándonos a un estado de obsesión o rumia de nuestros propios pensamientos. Está claro, que la resiliencia no va a hacer que nuestros problemas desaparezcan, sin embargo, nos da la capacidad de saber ver más allá de ellos, de continuar y saber apreciar lo bueno a pesar de las dificultades.
- Mejora la estabilidad de tus emociones: La filosofía Shoganai nos lleva a un mayor estado de conciencia enfocándose en la aceptación de lo presente, es decir, centrar nuestras fuerzas en lo que realmente tenemos, para poder así modificar nuestra realidad. Esto hace que emociones que nos llevan a la frustración se alejen, estableciendo un mayor equilibrio mental y aprendiendo a gestionar aquellas que nos aparecen con relatividad ante los hechos.
- Promueve el Autoconocimiento: La práctica del Shoganai nos lleva a un estado de resignación el cual, nos adentra a un encuentro con nuestras emociones, este encuentro desde la aceptación nos brinda una compresión más profunda sobre nosotros mismos y el reconocimiento de donde están nuestros límites de voluntad, siendo más consciente de aquellas cosas que nos predisponen en ese estado de alerta. Este autoconocimiento es una capacidad clave para saber cómo trabajar en estas situaciones estresantes.
- Mejora tu capacidad de atención con creatividad: El control de tu foco de atención hace que directamente mejore la calidad de esta. La filosofía Shoganai, no solo nos ayuda a establecer este control, si no que, con la adquisición de este, encontramos nuevas soluciones a través de la creatividad. Esta valiosa cualidad, tal y como dicen expertos se bloquea en aquellas situaciones donde hay una sobreactivación de ciertas áreas cerebrales. Cuando abordamos los problemas desde la preocupación o la presión, nuestro cerebro entra en “estado de alerta” tratando de resolver las situaciones de forma rápida y automática y por tanto limitando nuestra capacidad para encontrar soluciones creativas.
La importancia del estilo de vida para el bienestar
Después de haber conocido la multitud de beneficios que nos brinda esta innovadora filosofía, es fundamental reconocer su aplicación práctica para integrarla como un pilar de nuestro estilo de vida. El concepto de «shou ga nai» puede comenzar como una simple expresión, pero tiene el poder de transformarse en una nueva manera de percibir la vida y cada una de las circunstancias que nos rodean. Su adopción no es un proceso pasivo, sino que requiere un compromiso activo, voluntad y conciencia. Sin embargo, los esfuerzos invertidos en su práctica nos aportan la paz y el equilibrio mental esenciales para afrontar los desafíos cotidianos con serenidad. Ahora, te pregunto a ti: ¿Estás dispuesto a sumergirte en la práctica de la filosofía Shoganai?
Escrito por:
Paula Taguas Labrador