Muchos estudiantes experimentan un cambio drástico a la hora de tener que enfrentarse a los estudios cuando ingresan en la Universidad. De repente, parece que es necesario ser totalmente autónomo y capaz a la hora de organizarse, tomar apuntes, seleccionar la información más importante, o ser capaz asimilar gran cantidad de información en poco tiempo.
A esto se unen otros factores asociados a la época universitaria como la elección de la carrera o la especialización, la combinación de obligaciones y ocio, etc. por lo que, se puede llegar a experimentar cierta tensión en esta etapa debido a que estas cuestiones pueden suponer una fuente de estrés importante. A todo esto, puede venir asociado el fracaso académico en algunos casos o sacar adelante los estudios en otros, pero con una gran carga emocional.
En numerosas ocasiones, las dificultades para alcanzar unos resultados académicos satisfactorios se encuentran en no tener un método de estudio eficaz. A esto se pueden sumar dificultades específicas relacionadas con trastornos de aprendizaje como Dislexia o Trastorno por Déficit de Atención, lo que, sin duda, puede añadir una complicación adicional. A largo de estos años, muchos estudiantes me han manifestado: “quiero estudiar y sacar buenas notas, pero no sé cómo hacerlo, no sé cómo estudiar”.
Cuando realizo una evaluación inicial de las estrategias que han venido usando a lo largo de su vida académica, muchos de ellos asegurar permanecer horas sentados estudiando, pero no logran sus objetivos. Otros, en cambio, aseguran que lo que más les cuesta, es comenzar, “ponerse a estudiar” o mantenerse durante un período de tiempo aceptable. La gran mayoría reconocen no tener ninguna estrategia para planificarse el tiempo y no utilizar técnicas de memorización, más allá de la mera lectura y repetición del texto que deben aprender.
Con el objetivo de ayudar a la población universitaria a poder sentirse mejor en este sentido durante estos importantes años de transición, nace el llamado “Study Coach”. Los objetivos esenciales que se persiguen en estas sesiones son varios, siendo para mí prioritarios los siguientes tres:
- El conocimiento que se tiene sobre el funcionamiento cognitivo, poniendo el foco en: el lenguaje, la memoria, la atención. Capacidades que considero básicas a la hora de afrontar cualquier tipo de aprendizaje. Contra más sepas sobre las habilidades que se deben poner en marcha cuando se intenta asimilar información nueva, más capacidad de control tendrás sobre las mismas.
- El conocimiento que se tiene sobre uno mismo y qué tipo de estudiante se es. Es decir, cuál es la forma en la que cada uno aprende mejor. A este respecto, existen personas que memorizan y recuerdan mejor información de tipo visual, y hay otras que son más hábiles con aquella información que reciben de manera auditiva. Encontrar qué tipo de “aprendiz” es cada uno facilitará enormemente el estudio. Así mismo, es esencial, identificar juntos qué estrategias están usando que no están siendo eficaces y deberían cambiar, estableciendo pequeños objetivos alcanzables.
- Encontrar herramientas para que el estudiante sea lo más autónomo posible a la hora de abordar los contenidos académicos. A este respecto es fundamental aprender a hacer “trabajar” al cerebro. Es decir, convertirse en un estudiante activo y no conformarse con ser un mero receptor de información.
¿Y qué es lo que deberías tratar de evitar?
- Intenta no darles demasiada importancia a las notas. Es el esfuerzo lo que debe ser recompensado. A veces puede ocurrir que el resultado no es todo lo bueno que los padres esperan, pero esto no significa que tus hijos no hayan estado trabajando mucho. Hay muchos factores que pueden estar influyendo en las notas de tus hijos.
- Si crees que el colegio manda muchos deberes, habla con los profesores directamente. Intenta no protestar sobre esto delante de tus hijos. Trata de colaborar con el colegio en todo lo posible. El diálogo es crucial para comprender todos los puntos de vista.
- También es importante no sobrecargar a los niños con demasiadas actividades. En ocasiones, tienen tardes completas totalmente llenas de actividades extracurriculares, además de los deberes. Intenta adaptar dichas actividades a sus gustos. Por supuesto, no se debe restar horas de sueño a los niños debido a estas tareas.
- No conviertas realizar deberes el centro de vuestra vida familiar. Recuerda que son niños y también necesitan jugar, relajarse y pasarlo bien contigo. Todo esto también contribuye a un desarrollo saludable.
Estos tres puntos son los pilares fundamentales sobre los que giran las sesiones de “Study Coach” con las que yo trabajo.
Para hacer esto posible, Sinews cuenta con profesionales del ámbito de la Psicología y la Pedagogía, especialistas en población universitaria que pueden ayudar a que esta etapa sea lo más provechosa posible y a sacar el máximo rendimiento de las capacidades de los estudiantes.