Antes de nada, hay que decir que el “escenario” cambia mucho si la pareja que se casa empieza a convivir a partir de la boda (sin lugar a dudas el cambio es mucho mayor) que aquella que se casa pero lleva conviviendo desde hace un tiempo (posiblemente hay muchos aspectos de la convivencia con el otro que ya conocen y ambos miembros están engranados en un sistema que más o menos funciona). Aun así, hay varios consejos útiles para ambas realidades que sería interesante incorporar o intentar mantener:
Cuidad vuestro propio espacio y mantened vuestra independencia
Esto puede sonar paradójico en un articulo sobre el matrimonio, pero lo cierto es que tener un espacio personal de ocio y tiempo libre, así como independencia económica, instrumental y emocional, favorece la atracción, admiración, echarle de menos, así como la necesidad/apetencia de pasar tiempo con el otro. Tendréis cosas que contaros y esto potenciara que habléis, os comuniquéis y que vuestros momentos compartidos sean dinámicos.
Comunicad lo que sentís, deseáis y en qué discrepáis
No solo es beneficioso decir a la pareja lo “bueno” para que sepa de nosotros, nuestro mundo emocional, nos conozca cada vez más … sino también aquello con lo que no estáis de acuerdo. A partir de aquí, habrá que escuchar, negociar y pactar, pero aún sin tener estas herramientas de comunicación, la mera expresión es reconfortante y apaciguadora (si quieres revisar algunos consejos para comunicaros de forma eficaz, pincha en: Reglas de oro para comunicarme con mi pareja ).
Repartíos de forma equitativa las responsabilidades
Esto es muy importante sobre todo para las parejas que no han convivido aún. El inicio de la convivencia supone asumir un conjunto de tareas y responsabilidades que antes no se tenían. Esto nos consume tiempo (de ocio y descanso) y nos aporta una dosis de “deberes” con cierta presión. Si la repartición de estas nuevas tareas no es equilibrada (según la disponibilidad de tiempo de cada uno), es muy probable que nos sintamos tratados injustamente por nuestra pareja e incomprendidos. Esto suele dar lugar a un distanciamiento emocional que se suma a la menor cantidad de tiempo de ocio juntos y descanso por las mismas tareas y nuevas responsabilidades, cerrando un círculo vicioso.
Divertíos juntos
Esto siempre hay que “trabajarlo” y fomentarlo en la relación, pero suele olvidarse especialmente cuando se empieza a convivir. Las razones pueden ser muchas, entre ellas la equivocada idea que nos han proyectado los cuentos y películas infantiles de “fueron felices y comieron perdices”, con el mensaje subliminal de: “de aquí para siempre y sin hacer nada mas”. Otras razones pueden ser que nos cuesta un tiempo adaptarnos a la nueva vida o que al principio la nueva vida aporta una dosis de novedad y estimulación que se viven como algo positivo. Lo que ocurre es que esa nueva vida, nueva casa, nueva privacidad, nuevas tareas, dejaran de ser nuevas en algún momento. Si no lo suplimos con actividades divertidas, con sorpresas, con esparcimiento individual y compartido etc., caeremos en la rutina hasta el aburrimiento (si quieres leer algo más sobre la rutina en pareja pincha en ¡Siempre hacemos lo mismo!: consejos para evitar caer en la rutina en la vida en pareja ). En todas las relaciones, los momentos de diversión, de risas, de excitación vividos como algo positivo… ¡unen!
Dad y pedid demostraciones de amor y cariño
Hay muchas formas de decirle a nuestra pareja que la queremos. Las expresiones de amor incluyen actos (como hacer algo por el otro sin que nos lo pida, regalarle algo o preparar una sorpresa, cogerle de la mano cuando damos un paseo…) y expresiones verbales (un “te quiero” directo o expresiones que muestran nuestra admiración, confianza o atracción como “me ha gustado mucho como has manejado…” “sabía que podías” “estas muy guap@ cuando te pones…”). Todas estas expresiones, le dicen a nuestra pareja que no nos es indiferente, que estamos ahí observando y atentos… que es importante. La dificultad aquí se encuentra en que cada uno tiene sus vías para expresar el amor y sentirse querido y en ocasiones, la pareja tiene otras formas de expresarlo y sentirse amado. Cuando cada uno lo hace de una manera puede no entenderse las demostraciones de amor de nuestra pareja como tal y por tanto no ver el amor del otro hacia uno mismo. Por eso es muy importante observar de que manera nuestra pareja expresa su amor (por ejemplo organizando momentos juntos para estar a solas, o preparando regalos, o diciendo cosas agradables y positivas) y utilizar esa misma forma para expresarle nuestro amor a ella. Esto facilitara que le llegue y entienda nuestras expresiones de amor (recomiendo el libro de Gary Chapman “Los 5 lenguajes del amor” que explica todo esto).
Hay muchas mas cosas que podríamos aconsejar a las parejas que emprenden la “carrera de fondo” de la convivencia y el matrimonio, pero creo que las fundamentales son estas. Con estas herramientas podemos prevenir el desgaste, la desidia y la distancia emocional que en ocasiones solo es fruto del mero paso del tiempo sin prestar atención, ocuparse y cuidar de la relación.
Division of Psychology, Psychotherapy and Coaching
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